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CIUDAD DE PANAMÁ, Panamá, 10 de abril de 2015.- Organizaciones de la sociedad civil de más de 18 países de América Latina denunciaron hoy la exclusión de sus representantes en las deliberaciones de los foros de la sociedad civil de la VII Cumbre de Las Américas por la desproporcionada participación de grupos de izquierda, así como grupos “fundamentalistas” pro-aborto y LGBT y llamaron al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a no ser parte en esta “farsa”.
«Representantes de organizaciones pro-familia de más de 18 países del Norte, Centro y Sur América y del Caribe condenamos enérgicamente los esfuerzos que se han dado en los foros de la sociedad civil de esta Cumbre de las Américas por tratar de silenciar a aquellos que defienden la democracia y la libertad así como los que defienden el derecho a la vida, la familia y la libertad religiosa”, expresaron en conferencia de prensa.
En el Hotel Panamá, sede del diálogo Obama y la Sociedad Civil de América Latina, Alfonso Aguilar, director Ejecutivo de la Alianza Latina de American Principles Project, organización pro-familia con sede en Estados Unidos, al dar lectura a un documento afirmó que “se trata de un imperialismo cultural”, sostuvo.
Las ONGs asistentes a la conferencia de prensa representan parte de la sociedad civil de Panamá, Ecuador, Uruguay, Jamaica, Brasil, México, Chile, Guatemala, Argentina, Perú, Colombia y Estados Unidos de América.
Neydi Casillas, de México, representante de Alliance Defense Freedom, subrayó que la Cumbre de Las Américas se ha convertido en una nueva forma de dictadura ideológica que intenta eliminar los valores que caracterizan a las culturas de los pueblos latinoamericanos, pese a que la Organización de Estados Américas nace para eliminar las dictaduras políticas.
“Las mayorías no están representadas en los foros”, dijo, al denunciar que las irregularidades en las acreditaciones tan sólo dejaron fuera a más de 100 organizaciones de la sociedad civil de Panamá que defienden los derechos de las mujeres, la vida desde su inicio en la fecundación y la familia como base para el desarrollo de las sociedades”.
Anunció que en Panamá inicia una nueva fase en la lucha por la reivindicación de los valores esenciales de las naciones latinoamericanas, por lo que fracasará cualquier intento de los grupos de la izquierda extremista y de ideología extremista que insisten en la destrucción de la familia con la promoción de leyes que en realidad son para una minoría. “Desde aquí les decimos a esos grupos de minorías que han fracasado y que seguirán fracasando”.
Respecto a la exclusión de representantes de ONGs dijo que si eso sucedió en el país anfitrión “qué podemos decir de las demás organizaciones de la región que fueron excluidas al igual que la participación de la prensa internacional”.
Hubo arbitrariedad en la metodología y procedimientos seguidos en los debates, los llamados derechos LGBT estuvieran sobre-representados, así como la participación a gritos de minorías que intentaron eliminar la protección de la familia en cada uno de los foros temáticos que se realizan como parte de la VII Cumbre de Las Américas, agregaron el brasileño Felipe Neri del Observatorio de Derechos Humanos y el boliviano Mario Rojas de Vida Humana Internacional.
Por ello calificaron como un “farsa” el encuentro que tendrán los presidentes y representantes de los gobiernos con los grupos participantes ”no representan el auténtico sentir de la gente de nuestros pueblos, ni son producto de un verdadero consenso; son, nada más y nada menos, que la opinión de unos grupos de interés de izquierda y socialmente liberales”.
Por eso llamaron al Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, a que desista de participar de este encuentro para que de ninguna manera le de validez a unos foros caracterizados por la falta de inclusión y equidad.”
“Esta no es la Cumbre de la unidad, sino la cumbre de la división, la confrontación y la exclusión”, agregó Alfonso Aguilar, al sostener que pese a que se siguieron todas las reglas, fueron excluidos grupos de la sociedad civil que defienden la vida, la familia, los derechos humanos, y la libertad. “La mayoría en este Continente está clamando por libertad y democracia” agregó.
El dialogo tiene que ser equitativo y no con una sobre representación de grupos de izquierda pro-aborto, LGBT, fundamentalistas feministas, fundamentalistas de izquierda. Se trata, dijo, de un imperialismo cultural apoyado por unos países para imponer una ideología antidemocrática que no vamos a permitir.
“Es evidente que el objetivo ha sido tratar de conseguir que las conclusiones de las mesas de trabajo de los foros estén parcializadas a favor de políticas particulares favorecidas por grupos de interés extremistas LGBT y abortistas. Y, si alguien tiene duda, lo invito a que vaya a la sesión plenaria con los presidentes y representantes de gobierno de esta tarde y escuche la lectura de las recomendaciones que fueron aprobadas por los foros para que se percate del marcado corte izquierdista de estas” agregó Alfonso Aguilar
Por ello adelantaron que los grupos pro-familia se mantendrán abiertos al diálogo y no se dejaran atropellar. Por el contrario, “hemos crecido ante estos obstáculos y nos hemos organizado de una manera efectiva y coordinada para responder a estas típicas estrategias de la izquierda basadas en el engaño y la manipulación aseguraron.
La preocupación es que las discusiones se centren en temas específicos y se dejen fuera de los debate los problemas que afectan a la mayoría de las sociedades de América Latina y adelantaron que redoblarán sus esfuerzos para luchar en defensa de la dignidad de la persona humana y la integridad de la familia.
“Que quede claro: no puede haber prosperidad con equidad –como es el lema de la VII Cumbre de Las Américas- si una sociedad no protege la vida y no protege a los más débiles y si no reconoce la centralidad de la familia para su pleno desarrollo”, establecieron.
Tampoco puede haber desarrollo sostenible en una sociedad en la que se pisoteen las libertades más fundamentales, como la de expresión y libertad religiosa, con el fin de imponer una ideología particular.