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MÉXICO, DF., 13 de julio de 2015.- ‘The Grand Conjuration’ apareció al final del camino del concierto de Opeth, este domingo, en el Circo Volador; fue un tema intenso, poderoso y uno de los más vitoreados en el retorno de la agrupación sueca a México.
La ruta sonora de la banda ya era de cerca de 120 minutos, entraba en su recta final, el tiempo era preciado y el grupo concedió una de sus canciones por excelencia: ‘The Grand Conjuration’, en la que el vocal, Mikael Akerfeldt, sacudió su larga cabellera al ritmo de sus notas musicales, mientras el público le hacía segunda.
Después de ello, Opeth se despidió definitivamente de sus seguidores mexicanos, cuando las manecillas del reloj apuntaban a las 21:10 horas.
El concierto de este 12 de julio del grupo, que promociona su álbum ‘Pale Communion’, fue el último que dio en esta gira por México; previamente, el sábado apareció en el mismo lugar, el Circo Volador, y el viernes en Monterrey.
La actuación de Opeth de este domingo arrancó casi a las 19:00 horas, El Circo lució aproximadamente a un 50 por ciento de su capacidad (dos mil 500 personas).
Previo a ‘The Grand Conjuration’, Opeth abandonó el escenario por primera vez, tras tocar ‘Deliverance’, canción de cerca de 13 minutos de duración que se fue como un suspiro; el final de la tocada se olía.
Durante el show, Mikael Akerfeldt se dirigió constantemente a los presentes, quienes le festejaron todo lo que dijo.
Fue un concierto extenso, donde también sonó ‘The Lotus Eater’, haciendo honor a la dureza musical que caracteriza a Opeth.
De su último larga duración, ‘Pale Communion’, el combo entregó ‘Eternal Rains Will Come’, ‘Cusp of Eternity’ y ‘Elysian Woes’.
El set list fue completado con ‘The Drapery Falls’, ‘The Moor’, ‘Advent’, ‘Windowpane’, ‘The Devil’s Orchard’ y ‘April Ethereal’.