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MÉXICO, DF, 10 de octubre de 2014.- La desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa se da en un escenario en el cual el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, perdió el control del estado, consideran 7 de cada 10 guerrerenses, entre los que la responsabilidad del caso se reparte entre el presidente municipal de Iguala y el gobernante.
Un estudio de opinión de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) deja ver que a escala nacional 71.6 por ciento de los ciudadanos piensa que Aguirre ya no tiene en sus manos las riendas del estado. Esto con un telón de fondo en el cual 85 de cada 100 habitantes de Guerrero respondieron que saben de la balacera y desaparición de estudiantes, en tanto que en el resto de México 76 de cada centenar sabían de la tragedia.
La encuesta descubrió que más de la mitad de los guerrerenses siente que violencia e inseguridad son los problemas más apremiantes para la sociedad del estado.
En medio de la crisis, 47.8 por ciento de los guerrerenses no están de acuerdo en que el gobernador Aguirre renuncie al cargo, idea que si ronda la cabeza de 30.7 por ciento de los ciudadanos en Guerrero. En el mapa nacional, la dimisión es aprobada por 48 de cada cien entrevistados y rechazada por otro 48.
Los encuestadores de GCE preguntaron a 400 personas en Guerrero y otras tantas en el resto del país: ¿quién es el responsable de las desapariciones y las muertes en la agresión contra los estudiantes? 16.1 por ciento de los guerrerenses mencionó que el presidente municipal José Luis Abarca, 10.3 señaló al gobernador, 8.6 a los policías municipales, 8.2 a la banda criminal ‘Guerreros Unidos’ y 7.2 al director de Seguridad Pública de Iguala, Francisco Salgado; 12.4 por ciento piensa que todos tienen responsabilidad y el 30.5 prefirió callar o decir “no sé”.
En el plano nacional, los más mencionados como responsables fueron los criminales ‘Guerreros Unidos’ (17.8 por ciento), Ángel Aguirre (17.2), Francisco Salgado (10.8), policía local (8.6) y presidente municipal (5.7).
La pérdida de control del gobierno parece ligada con la sensación de peligro entre la población, pues más de la mitad de los guerrerenses tiene en la mente cuestiones como violencia e inseguridad como lo más grave que pasa en el estado.
GCE preguntó en Guerrero cuál es el problema más grave del estado y la gente respondió: 45.7 por ciento inseguridad, 17.1 violencia/delincuencia y vandalismo, caso de normalistas desaparecidos 8.5. Extrañamente sólo 3.1 por ciento de los ciudadanos mencionaron como preocupación de consideración al crimen organizado.
En este escenario, GCE indagó sobre qué pasará con la agresión armada contra los estudiantes y la desaparición de decenas de ellos; descubrió que la confianza en la justicia no es alta.
En Guerrero 85 de cada 100 ciudadanos creen que la tragedia de Iguala quedará impune, 15 tienen idea de que los culpables pagarán. En el plano nacional, 27 personas de cada ciento dicen que la ley alcanzará a los responsables de la tragedia de Iguala, pero 76 afirman que la impunidad será el fin del caso.
Prácticamente 10 de cada 100 (9.8 por ciento) guerrerenses piensan que las cosas en su estado no mejorarán nunca, aunque 53 dicen que la luz al final del túnel se verá en más de un año, 7 que en menos de un año, 9 en seis meses y 4 en menos de un mes.
Para el resto de los mexicanos las cosas son un poco diferentes, 55.6 por ciento dice que la cosa mejorará en más de un año y 8.6 cree que en menos de un año; 4.2 contestó que Guerrero nunca será distinto, en tanto que 4.4 espera que cambiará para bien en menos de un mes y 15 por ciento en cosa de seis mese