Persiste ánimo de inversión en México y Estados Unidos: Intercam Banco
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de abril de 2016.- El Acuerdo sobre Transporte Aéreo entre México y Estados Unidos incentivará el desarrollo de los servicios aéreos tanto de pasajeros como de carga, en vuelos regulares y de fletamento (chárter) entre ambos países, aseguró el doctor Rodrigo Soto Morales, abogado especialista en Derecho Aeronáutico.
De acuerdo con Rosa Náutica, agencia especializada en aviación, el especialista también en Derecho Civil y Mercantil, Derecho Administrativo, así como Medios Alternativos de Solución de Controversias (Arbitraje, Mediación y Negociación), consideró que un instrumento de esta naturaleza puede fortalecer la relación bilateral.
Se supone –dijo- que impulsará el crecimiento económico no sólo de éste sector sino de aquellos otros que necesitan del transporte aéreo para su intercambio comercial. Sin embargo, no hay que dejar de considerar las grandes diferencias en capacidades de competencia que al día de hoy padecen algunas empresas mexicanas del sector.
Señaló que un tratado sólo reglamenta y pone frente a los operadores aéreos nacionales de cada una de las partes muchas posibilidades. Pero no es garantía para una operación exitosa para todos. De igual forma, sin una legislación propicia, se limita o se asfixia el crecimiento de operaciones y por tanto el crecimiento económico.
La guerra de cifras es ya una táctica común para intentar –con datos «duros»– convencer a los adversarios a un proyecto. Creo que este caso no es la excepción, dijo el especialista a Rosa Náutica (Agencia especializada en aviación).
La historia nos ha demostrado que ante la presión ejercida por un escenario de competencia, los sujetos competidores despliegan más capacidades y logran metas que antes se creían utópicas. «De la necesidad se hace virtud» reza el refrán popular.
Hoy en día existen miedos recurrentes, y serias dudas de si la posibilidad de competir por parte de las empresas mexicanas es real. Al igual que como ocurrió con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte allá por 1994, como en todo escenario competitivo, unos murieron, otros sobrevivieron y otros pocos, crecieron y se fortalecieron.
La aviación en México ha sido rehén durante décadas de una gestión empresarial paternalista, estatista en su naturaleza y origen, pues tanto Aeroméxico como Compañía Mexicana de Aviación, eran aerolíneas banderas, y eso equivalía a decir en las décadas de los 70’s y de los 80’s a ser empresas paraestatales que se operaban y se gestionaban burocráticamente.
Consideró que el tema de la quiebra de Mexicana vive hoy secuelas dolorosas, no sólo por parte de una mala administración de los empresarios directivos, sino porque arrastraba el lastre de políticas burocráticas insanas que terminaron afectándola de modo permanente en su operación.
Siempre estaban las partidas presupuestales y el erario para que, en caso de necesidad, «salir adelante». Hoy el escenario es muy distinto. Competir en aviación es complejo y ya no bastan las cuatro capacidades básicas: la técnica, la jurídica, la administrativa y la financiera.