
Reconocen calidad de cervezas artesanales en Abierto Mexicano
MÉXICO, DF., 13 de julio de 2014.- Senadores del PRD pidieron a la izquierda dejar atrás sus diferencias para frenar la reforma energética impulsada por el PRI y el PAN, la cual atenta contra el interés público, según consideraron.
El coordinador de la bancada perredista en el Senado, Miguel Barbosa, pidió dejar atrás las divisiones entre las distintas las fuerzas de izquierda, agrupadas en partidos políticos y sociedad civil, para detener la iniciativa energética que se votará este lunes en las comisiones del Senado.
“Todo diferendo, real o no, se hace pequeño ante el peligro que blande sobre el país en la intención de la derecha aglutinada en el PRI y el PAN de concretar la reforma energética, misma que no es otra cosa que la entrega de los bienes más valiosos que tiene nuestro país y que han sido la palanca de desarrollo de México en las últimas décadas”, aseguró.
“La lucha en contra de la privatización del petróleo no puede admitir la dispersión de esfuerzos sino la unidad de todas las organizaciones, partidistas y sociales, ante el mayor atraco que significará para México la consumación de dichas reformas”, indicó.
Esto aún cuando Barbosa indicó en días recientes que Morena, el partido político encabezado por Andrés Manuel López Obrador, tendrá entre sus principales objetivos mermar la presencia electoral del PRD en la capital del país.
La senadora perredista Alejandra Barrales señaló que reforma energética tendrá afectaciones para los 153 mil 233 empleados de Pemex integra y los 70 mil 527 que integran la plantilla laboral de la Comisión Federal de Electricidad, ya que la privatización de las empresas públicas implicará nuevos parámetros laborales, además que la incoativa no generará empleos de calidad.
“Con estas medidas, se pone en riesgo la fuente de trabajo de estos miles de empleados de ambas empresas y en el mejor de los casos habrá nuevas contrataciones, dijo, aunque ya se augura que los particulares dejarán los mejores cuadros a su personal de confianza, y si las empresas son extranjeras, como se prevé, la exclusividad de espacios será reserva de sus condicionales”, indicó la integrante de la comisión de Trabajo del Senado.
“Privilegiar el interés de las empresas no generará los empleos alardeados en la iniciativa enviada por el Ejecutivo; mantendrá el status quo, condimentado por las novedosas instituciones de flexibilidad laboral, que nos dejó la ola pasada de la reforma laboral. Hay que ver la calidad de trabajos que ofrecerán”, agregó Barrales.
El senador Mario Delgado indicó que la redacción actual de la iniciativa energética establece que las utilidades tendrán como fin el financiamiento del gasto público más que proyectos productivos, lo cual calificó como “riesgoso” para la estabilidad económica de las paraestatales y la estabilidad financiera del país.
“Lo anterior es muy riesgoso si consideramos que la gran parte del mismo se destina a gasto corriente, además de que en el mismo texto se hace mucho énfasis de los beneficios que aportará Pemex al gobierno federal, cuando es la Nación en sí misma la beneficiaria de los recursos derivados del petróleo”, señaló.