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Promete Sheinbaum rescatar la petroquímica en México
MÉXICO, DF, 18 de octubre de 2014.- Con fórmulas de producción adecuadas en lugar de “politiquería barata” el agro mexicano podría repuntar en unos 10 ó 15 años, luego de ha estado en el abandono total desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC), afirmó Jesús Valdés Díaz de Villegas.
El profesor investigador de la Universidad Iberoamericana, quien advirtió que de no implementar políticas públicas adecuadas, México seguirá siendo “un país altamente importador de productos alimenticios donde prácticamente el campesino va a tener que continuar con políticas migratorias porque tiene que buscar nuevas fórmulas para poder dar una mejor ayuda a su familia”.
En entrevista con Quadratín México, el especialista adscrito al Departamento de Estudios Empresariales de la UIA explicó que el país se ha convertido en una potencia exportadora y de manufactura “pero hemos desatendido este sector primario y dentro de él al agro concretamente”.
Prueba de lo anterior, abundó, es que a pesar de que Mesoamérica es la tierra del cacao en este momentos se producen muy pocas toneladas del grano y la producción ha ido disminuyendo en el país, fundamentalmente en los dos estados productores por excelencia: Tabasco y Chiapas.
“En la producción de granos hay grandes problemas como la falta de rendimientos, fundamentalmente en aquellos que tienen 5 hectáreas o menos de tierra. Se trata de productores a quienes ya no les interesa cultivar la tierra y lo que hacen es rentarla a otras personas para que la trabajen porque ya no les resulta redituable; lo que sí es redituable es rentar la tierra y el dinero que obtienen a través del programa Procampo, que es totalmente asistencialista”, advirtió.
El campo mexicano no se ha desarrollado desde el punto de vista tecnológico “y no hablamos de tecnología sofisticada sino de tecnología con respecto a sistemas de riego”, a lo que se suma la falta de educación social del campesinado, pues los métodos que usan para limpiar sus tierras disminuye el rendimiento de las mismas, añadió.
Con base en sus investigaciones desarrolladas en Jalisco y Chiapas, el académico confió en que la educación social al campesino lo ayudará a dar un mejor cuidado del medio ambiente y ello, sumado a una mayor participación de los estados y al uso de los planes ya existentes (como los de la Comisión Nacional del Agua) para desarrollar sistemas de riego, los agricultores “podrían tener hasta dos cosechas más independientemente de la temporalidad y otros productos, lo que beneficiaría al país”.