Constancia de mayoría representa lucha de generaciones enteras: Brugada
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de febrero de 2016.- Al grito de ¡Papa Francisco te quiere todo el mundo!, niños del Hospital Infantil de México Federico Gómez, recibieron a Su Santidad este del día del amor y la amistad.
Acompañado de la señora Angélica Rivera de Peña, esposa del Presidente de la República, el Santo Padre, sonrió y les extendió los brazos, los niños se encontraban felices por la presencia del máximo representante de la iglesia católica en el nosocomio.
Con la sorpresa en el rostro y los brazos abiertos de niños enfermos de cáncer, el Papa Francisco bendijo a los menores.
Recibió de manos del niño José Rodrigo López un dibujo de la bandera de México y el Santo Padre al centro, posteriormente el Papa le aplicó la vacuna contra la polio.
“Quiero pedir a Dios que bendiga a todas las personas que trabajan en esta casa para la recuperación de los niños, porque no sólo con medicamentos se recupera la salud, sino también con la cariñoterapia que es muy importante para sanar. Es tan importante una caricia y una palabra de aliento para recuperar la salud”, recalcó el Santo Padre.
La señora Angélica Rivera de Peña, anfitriona de la visita, conmovida por las escenas de amor entre los niños y el Santo Padre, esperó a que su invitado diera la bendición a cada uno los niños, a quienes también obsequió un rosario.
Al darle la bienvenida, la Presidenta del Consejo Ciudadano Consultivo del DIF Nacional, señaló, “Es un privilegio poder recibirlo, nos llena a todos con su amor y caridad; los niños de México le abren con alegría su corazón y reciben con su presencia las virtudes de la fe y la esperanza”.
Y agregó, “Su Santidad, quiero que sepa que aquí siempre será bienvenido. Tenga la seguridad que vamos a rezar para que Dios le siga dando la luz y la fortaleza que con gran humildad nos ha mostrado y que tantas enseñanzas nos ha brindado”.
“Usted es grande por lo que dice, pero es mucho más grande por lo que hace. Su mensaje de amor y de paz es para todos. Por todo esto, desde el fondo del alma y llenos de alegría le decimos: ¡muchas, muchísimas gracias por acompañarnos!”, finalizó.
Se hizo un silencio para escuchar las palabras del Sumo Pontífice, que resonaron en todas las torres de la institución médica, donde pacientes, médicos, trabajadores y visitantes estuvieron atentos al mensaje.
A su arribo a la institución médica, lo esperaban la señora Angélica Rivera de Peña, el doctor José Narro Robles, Secretario de Salud y el director del nosocomio, José Alberto García Aranda, así como algunos integrantes del Patronato del Hospital.