Buscan más de 10 mil personas cargos en el Poder Judicial, revela Noroña
MÉXICO, DF., 16 de julio de 2014.- Por falta de pruebas y errores en la integración de la averiguación previa, la Procuraduría General de Justicia del DF ha perdido el 50 por ciento de juicios de extinción de dominio, que inició tras asegurar inmuebles en donde presuntamente se cometieron los delitos.
Robo de vehículos, trata de personas, secuestro, delincuencia organizada o narcomenudeo son los ilícitos que la PGJDF pudo corroborar que se cometieron en flagrancia, en los predios asegurados.
Sin embargo, luego de varios meses perdió los casos y los inmuebles tuvieron que ser regresados a sus dueños.
Cifras de la dependencia señalan que en los últimos cuatro años 72 inmuebles fueron sometidos a extinción; pero al 1 de julio del 2014, 36 casos se habían perdido, informó la PGJDF.
Para que un predio sea sometido a la extinción de dominio, las autoridades capitalinas tienen que comprobar que ahí se cometieron los delitos, y aunque en la mayoría de los casos se rescató a víctimas de secuestro o se localizaron autos robados y se pudo constatar el narcomenudeo o la delincuencia, errores en la integración provocaron que perdieran.
En contraste, de los juicios que ha ganado y cuyos predios fueron adjudicados al Gobierno capitalino en algunos casos el inmueble está abandonado.
Tal es el caso del predio ubicado en el Segundo Callejón de Manzanares 11, en La Merced, donde se realizaba la trata de personas y que fue asegurado en el 2010 tras un operativo en el que se rescataron a más de 20 mujeres y fueron detenidas 14. El lugar está abandonado y sólo tiene un candado en la puerta principal.
Otro caso es El Hospital Central de Oriente, en Calzada Zaragoza 16, donde en el 2008 se detectó un caso de trata de personas con la venta de un bebé.
El sitio está sólo y tiene los cristales rotos, además las paredes están grafiteadas, pese a que las autoridades habían señalado que el lugar sería entregado a la Secretaría de Salud para que fuera hospital público.
El Hotel Buenavista, en Bernal Díaz de León 34, en la Guerrero, en donde se permitía la prostitución infantil y la trata de personas y que desde hace más de dos años fue otorgado al GDF, está en las mismas condiciones.
Un caso más es el de en Calzada la Ronda 16, en la Colonia Ex Hipódromo de Peralvillo, en donde el GDF probó que ahí se vendían autopartes robadas.
A tres años de que es parte del patrimonio de la Ciudad, está sucio, descuidado y sólo.