Visión financiera/Georgina Howard
Miles de trabajadores invisibles
Las autoridades federales y estatales de todo el país son omisas ante la explotación laboral que padecen millones de mexicanos, que parece que son trabajadores invisibles que nadie ve, y cuya mano de obra está haciendo ricos a muchos explotadores quienes evaden impuestos y el pago al Instituto Mexicano del Seguro Social.
Ahora que la Secretaría del Trabajo, que encabeza Alfonso Navarrete Prida, se para el cuello y dice que cumplió con su labor al descubrir a empresarios explotadores, la realidad que no es más que su obligación, pero peca de indolente, pues surge ahora la explotación de miles de indígenas en Baja California, quienes reclaman ahora el pago real por sus servicios y el fin de actitudes de tienda de raya que parecían ya superadas.
Y es que sólo las autoridades federales y estatales no ven los hechos de explotación que se registran en Jalisco, Sinaloa, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Morelos, Tamaulipas, Chihuahua y prácticamente en todo el país.
Nadie ve la circulación de los camiones que utilizan enganchadores para llevar indígenas de un lugar a otro, mientras que cuando hay quienes tratan de salir de excursión, de inmediato policías de todos los niveles surgen para pedir el pago de derecho de paso o los permisos correspondientes.
Ya se nos olvido el drama de las costureras en el Distrito Federal que surgido tras los sismos de 1985 y ya no vemos empresas multadas por evasión del pago del IMSS o de la falta de protección de sus trabajadores. Miles de empresas registran a sus trabajadores con salarios menores para evadir el pago de impuestos y del IMSS, hecho que tampoco se hace mucho.
Tal parece que ahora hay que premiar a las autoridades cuando apenas hacen un poco de su trabajo, lo cual no quiere decir que cumplen con su responsabilidad.
La simulación n o conduce a ninguna parte, por eso el brote de inconformidad que ha surgido en Baja California en donde no quieren pagar lo que merecen los trabajadores ni dotarlos de los servicios de ley ni de la protección que btanto se habla en el país en materia alimentaria.
Hoy se dice que se pierden millones de pesos diarios porque no se recoge la cosecha Se cumplieron ocho días sin actividades en los campos agrícolas del Valle de San Quintín, en Ensenada, Baja California.
Y es que unos 70 mil indígenas de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Chihuahua se movilizaron desde la semana pasada para exigir mejores condiciones de trabajo, incremento salarial, seguridad social y respeto a sus derechos humanos.
El paro provoca pérdidas, según la Secretaria de Fomento Agropecuario local, de 30 millones de pesos al día, cuando los trabajadores piden un salario de 300 pesos diarios.
El miércoles continuaron las negociaciones en San Quintín, entre patrones del Consejo Agrícola conformado por 80 empresarios, jornaleros y autoridades de los tres niveles de gobierno y propusieron un incremento salarial del 6% sobre el sueldo actual, lo que representa un incremento de 7 pesos, a los 120 que ganan los jornaleros al día, pero los trabajadores siguen siendo invisibles.