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MÉXICO, DF, 6 de junio de 2014.- Aunque hasta el momento, el Gobierno Federal, secretarías de primer nivel en México, e incluso las propias Embajadas, como la de Guatemala y Nicaragua, se han mostrado reacias a entablar un diálogo con los más de 70 migrantes centroamericanos quienes desde el pasado 3 de junio, arribaron a la ciudad de México acompañados por el Padre Alejandro Solalinde, han sido instancias locales las que han salido en defensa y apoyo de este contingente de mujeres, hombres, infantes y bebés extranjeros.
La Comisión de Derechos Humanos del DF (CDHDF) en coordinación con el Gobierno capitalino, son los órganos que pese a no tener competencia en el tema migratorio, han ofrecido no sólo las instalaciones de un gimnasio en la Delegación Coyoacán para pernoctar; sino que además han brindado alimentación y servicios de salud a más de uno de ellos (especialmente a varios de los infantes menores de cinco años, quienes han presentado infecciones en vías respiratorias y oídos)
Sobre este aspecto, Perla Gómez Gallardo, titular de la CDHDF, precisó a Quadratin /México que “pese a las limitaciones de competencia, lo que queremos es mostrar es un corredor humanitario. Tratarlos como personas, con dignidad, y se pueden hacer esfuerzos solidarios”, dijo.
Explica cómo ha sido la logística para auxiliar a los migrantes:
“Desde la caravana anterior, nos avisaron que venían más de mil personas. Lo que hicimos inmediatamente fue tener comunicación con el Gobierno del Distrito Federal, quien aportó en aquella ocasión el gimnasio. Además se dieron las comidas, se entregaron colchonetas. Tuvimos a 250 migrantes aquí mismo en las instalaciones de la Comisión.
“En esta ocasión, que viene una caravana más pequeña, de nueva cuenta articulamos con e lGobierno del DF. Algo que queremos mostrar, aunque no nos compete directamente porque no podemos generar más acciones, es que cuando sabemos que viene una caravana de migrantes, y ya viene en trayecto, pues les ofrecemos algunas condiciones solidarias, humanitarias, de pernoctar, algún alimento, pero sobre todo, algo muy delicado, y que se debe de reconocer a la Secretaría de Salud del DF, es que nos ha estado acompañando desde la caseta de ingreso al DF”.
Dice que lo que hacemos es una interlocución institucional y lo que detonamos no es sólo con la Secretaría de Salud, sino también con la Secretaría de Desarrollo Social. El Distrito Federal, por ejemplo, tiene un programa en los que les da tarjetas y apoyos donde, sin importar su calidad migratoria, se les dan beneficios sociales.
Finalmente asegura. “Sabemos que están transitando y que tienen necesidades. Sabemos que no podemos abastecer en todo lo que se requiriera, pero sí poderles mostrar esa situación de tener un lugar dónde descansar, dónde puedan obtener ropa, o calzado, si lo requirieran, alimentos que nos ha proporcionado tanto el propio Gobierno del DF como organizaciones, y en su momento más bien visibilizar las necesidades que ya son puntuales y muy específicas de políticas públicas en un ámbito muy respetuoso de competencias”, concluyó.