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CIUDAD DE MÉXICO, 13 de marzo de 2016.- Las siete mil hectáreas del actual aeropuerto de la Ciudad de México deben utilizarse para beneficio de la sociedad, “sería lamentable que este inmenso predio sólo sirviera para fines económicos o comerciales”, aseguró a través de un comunicado el coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa Huerta.
El líder parlamentario sostuvo que las autoridades tienen frente a sí “una de las últimas oportunidades ecológicas de la Ciudad” y el reto de diseñar una propuesta útil para la ciudadanía, donde se privilegie el espacio público.
“Los terrenos del aeropuerto nos ofrecen la oportunidad de un gran proyecto ecológico y arquitectónico. Pensar en una ciudad acuática, como alguna vez lo hiciera el urbanista Jorge Legorreta y otros; una reserva ecológica para el resurgimiento de especies nativas del Valle de México, y otras especies migratorias que tienen décadas que no hacen paradas en esta zona”, indicó.
Barbosa dijo que pudiera diseñarse en ese inmenso espacio un nuevo zoológico, o tal vez más campus universitarios, museos y centros de investigación públicos, “cualquier opción que no sea un negocio únicamente”.
“Sería lamentable que estos predios fueran invadidos o bien, veamos el surgimiento de centros comerciales, hoteles de lujo o desarrollos inmobiliarios que se conviertan en ciudades amuralladas”, señaló.
Agregó que resulta necesario enfatizar este aspecto ante la devastación de la cual han sido objeto zonas de reserva en varias delegaciones, o bien, en predios enormes, como el que ocupaban el Parque de Beisbol del IMSS o el Toreo de Cuatro Caminos, que han visto nacer enormes moles de acero y concreto para centros comerciales.
Recordó que en la primera mitad del siglo XX, el gobierno decidió entubar los principales ríos de la Ciudad, sobre los cuales se construyeron algunas importantes vialidades: Río Mixcoac, Río Churubusco, Río Magdalena, entre otros.
Después vino un crecimiento caótico de la ciudad y de la zona metropolitana, situación que se acentuó después de los terremotos de 1985 en las delegaciones Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón y Cuajimalpa, así como en los municipios de Ecatepec, Chalco, Los Reyes, Naucalpan o Atizapán.
“La devastación sobre la flora y fauna ha sido terrible en estos años de crecimiento desordenado. Hectáreas y hectáreas han sido invadidas o vendidas con daños al ambiente lamentables”, comentó.
Por ello el senador Miguel Barbosa reiteró que sería lamentable que los terrenos del aeropuerto sólo sirvieran para fines económicos y comerciales, y no para el beneficio social.