Confían demandantes en reforma laboral ante Monreal
CIUDAD DE MÉXICO, 8 de abril de 2016.- El Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (GPPRD) presentó dos proyectos de decreto que reformarían la Ley General de Salud y la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Los proyectos tienen la intensión de garantizar el derecho a las mujeres a recibir un trato ético y con apego a sus derechos humanos en la prestación de servicios obstétricos, informó Maricela Contreras Julián.
La legisladora preció que, a través de establecer el concepto de violencia obstétrica y sancionar a quienes incurran en ella en los servicios del sistema de salud en México, “se especifica como obligación del Estado prestar servicios obstétricos confiables y seguros y no se ponga en riesgo la vida e integridad de las mujeres embarazadas”, subrayó.
La propuesta, añadió, establecería la obligación de las autoridades sanitarias de disponer medidas a efecto de que el personal de salud, ya sea con acciones u omisiones, eviten causar daño físico o psicológico a las mujeres durante la atención del embarazo, parto y puerperio, que se exprese en la falta de acceso a servicios de salud, un trato cruel, inhumano o degradante, o una inadecuada prescripción de medicamentos, entre otros aspectos.
Resaltó que en 2000 el Gobierno federal, a través de la Secretaría de Salud, realizó una encuesta entre personas usuarias de los servicios de salud gineco-obstétricos del país, la mayoría de los entrevistados dijeron que el modo de atención es violento, concluyéndose que se trabaja desde una concepción de atención de la salud que manipula el cuerpo enfermo conforme a los mandatos de la ciencia y la burocracia de la institución y no de las necesidades de las mujeres.
Y que en 2013 se dieron a conocer caso de dos mujeres que se vieron obligadas a parir en condiciones inapropiadas en Centros de Salud de los servicios estatales llamaron la atención de los medios masivos de comunicación.
“A estos casos se suman las experiencias de tratos crueles, inhumanos y degradantes que se producen por la insensibilidad frente al dolor, el silencio, la infantilización, los insultos, los comentarios humillantes y los malos tratos, sobre todo en mujeres de escasos recursos o indígenas que ingresan a los hospitales públicos”, indicó.