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CHILPANCINGO, Gro., 22 de agosto de 2014.- Los pobladores de la Sierra de Guerrero llevaron ante la Secretaría de Gobernación federal (Segob) las denuncias de los presuntos abusos cometidos por el Ejército Mexicano.
Las organizaciones que integran el Frente Popular por el Desarrollo de Guerrero se reunieron con el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava.
En la reunión participó Rigoberto Acosta González, coordinador del Consejo Regional de la Sierra de Guerrero (Cresig).
Acosta Gonzales presentó el caso de los productores de mezcal detenidos y torturados por el Ejército Mexicano en el poblado de El Ídolo, perteneciente al ejido de Zihuaquio.
De acuerdo al líder de los mezcaleros, un grupo del Ejército detuvo, torturó y sembró armamento a Franco Contreras Romero, Salvador Vejar Salamanca, Sergio Villanueva Gaona y Caleb Campos Ramírez.
Campos Ramírez fue liberado tras presentarse como comisario municipal, pero sus tres compañeros fueron entregados por los miliares ante la Procuraduría General de la República (PGR).
En la reunión realizada este jueves en la Ciudad de México, el Cresig solicitó la intervención de la Segob.
Acosta González indicó que actualmente está abierto el proceso para la aportación de pruebas de la defensa de los tres productores de mezcal detenidos.
“Entiendo que buena parte de la negociación que se está haciendo en las esferas de gobierno puede ayudar a suavizar y dejarlos en libertad, incluso le planteamos al subsecretario de Gobernación la posibilidad de una especie de indulto, no porque sean culpables, sino para que la defensa la puedan llevar en libertad y acrediten que las acusaciones del Ejército no son ciertas”, explicó el coordinador del Cresig.
También se le cuestionó sobre la condición en que se encuentran los tres detenidos: “Por fortuna en estos momentos están bien. El día que los detuvieron el más golpeado y torturado fue Salvador, le aplicaron gas pimienta en los ojos, agua en la nariz y varios golpes en zonas visibles del cuerpo; a los tres les colocaron bolsas de plástico en el rostro para asfixiarlos”, relató.
Indicó que la queja por esta detención irregular de los tres campesinos fue turnada a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Respecto a la situación que impera actualmente en la sierra guerrerense, lamentó que la presencia del Ejército atemoriza a la población, por la serie de supuestos abusos e irregularidades cometidas por los militares.
Comentó que los habitantes abandonaron sus hogares y las labores del campo y ahora viven en campamentos instalados en los cerros, para huir de los supuestos abusos del Ejército.
“El ejército está en la comunidad, tenemos tres destacamentos, dos tienen desde marzo para acá y uno nuevo que es el más agresivo, andan encapuchados y cosas por el estilo, es al que se le teme, se han ido metiendo a las casas, en las noches van a buscar a gentes, no hay forma de un trabajo normal, a pesar de que están las siembras que la gente tiene que atender porque de eso vive”, relató Acosta González.
Indicó que sigue en pie la posibilidad de que al menos 6 mil personas abandonen los pueblos de la sierra, por temor a los militares.
Los pueblos que emprenderían este éxodo hacia las cabeceras municipales de Zihuatanejo y Coyuca de Catalán son El Mono, Lindero, Nogalera, Zihuaquio, El Ídolo, El Aguacate, La Trinchera, La Palma, El Toro y La Escondida.