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Destaca élite de Sedena en Reto SWAT 2025 ante equipos de 46 países
MONTERREY, NL., 11 de febrero de 2016.- El penal de Topo Chico, ubicado en la zona metropolitana de Monterrey, se encontraba en la mira del gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, para ser cerrado de manera definitiva por los problemas de sobrepoblación y la presencia de reos que cuentan con delitos federales.
A principio de su gestión, Rodríguez Calderón aseguró que esta cárcel, que este jueves fue escenario de una riña y dejó 49 personas fallecidas (según su último reporte), así como 12 heridos, no era rentable por lo que buscaba desaparecerla para dar paso al penal de la Mina, al norte de la capital nuevoleonesa.
Tras una gira que realizó por Luisiana, Estados Unidos, el político aseguró que la prisión de aquella ciudad gastaba menos para la manutención, así como el pago de custodios y la falta de éstos para contener a una población que rebasaba capacidades de Topo Chico.
Ante la demostración en territorio estadounidense, el gobernador manifestó su interés en privatizar los servicios penitenciarios, así como su modernización y en ellos sólo se recibiría a internos de Nuevo León.
“Les cuesta la mitad de lo que nosotros gastamos en el Penal del Topo Chico y estoy viendo más temas que podemos implementar en los penales de nuestro Estado.
“Estoy viendo con ellos la posibilidad de financiar algunos proyectos como el penal”, mencionó, es un esquema para refinanciar la deuda a intereses más bajos, sin que esto implique una mayor deuda”, comentó el funcionario en su página de Facebook al llegar de EU.
Incluso, aseguró que ya estaba en una renegociación con la Secretaría de Gobernación (Segob) para retomar los trabajos de la construcción del penal de la Mina, su construcción se inició y se detuvo en la administración anterior, ya que no se pudo cubrir su costo total.
Este nuevo Centro de Reclusión Social (Cereso) estaba planeado con un costo de mil 200 millones de pesos, sin embargo, la federación solamente otorgó 400 millones, lo que obligó a parar la obra y que hasta la fecha se mantiene inconclusa.
Nuevo León cuenta con tres penales, Topo Chico, Cadereyta y Apodaca, los cuales concentran, al menos ocho mil reos y los custodios son insuficientes para controlar a esta población.
Ante esta problemática, Rodríguez Calderón estimó que el cupo de custodios es de 60 por ciento y espera reclutar 40 por ciento más en los próximos meses, con el objetivo de contener y vigilar a la población penitenciaria.
“No tenemos custodios, no tenemos dinero para estar sosteniendo un penal de esa manera. El penal de Topo Chico está sobresaturado y tenemos muchos reos federales que no deben estar aquí; estamos haciendo negociaciones para resolver los problemas”, confesó el gobernador.
La noche de este miércoles y madrugada de este jueves, se reportó la riña entre dos grupos antagónicos de la droga en el interior de esta cárcel.
El funcionario reconoció que grupos afines al Cártel del Golfo y de Los Zetas, liderados por Jorge Iván Hernández, alias El Credo y Juan Pedro Zaldívar, alias el Z-27, respectivamente, provocaron que se perdiera el control de la cárcel.
El resultado dejó a cerca de 50 personas muertas, 12 lesionadas y cinco de éstas últimas en condición grave que obligó a que fueran trasladadas al Hospital Universitario de Nuevo León.