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MÉXICO, DF, 22 de diciembre de 2014.- La Comisión Permanente del Congreso de la Unión rechazó convocar un periodo extraordinario de sesiones en la Cámara de Senadores para el próximo 7 de enero de 2015 a efectos de discutir y, eventualmente, aprobar las reformas constitucionales en materia de la reforma política del Distrito Federal.
En sesión de la Comisión Permanente correspondiente al primer receso del tercer año de ejercicio de la 62 Legislatura, celebrada este lunes 22 de diciembre, luego de ponerse a discusión un Punto de Acuerdo con carácter de urgente y obvia resolución, por mayoría negativa se desechó la proposición de la senadora del PRD Dolores Padierna Luna.
Al defender su proposición, la vicecoordinadora del grupo parlamentario del PRD en la Cámara Alta, Padierna Luna, enfatizó que la atorada Reforma Política del DF “es una deuda de todos los partidos del Congreso y del Gobierno federal con los habitantes de esta generosa, vital, libertaria, progresista ciudad, el epicentro de nuestra democracia”.
Señaló que durante años la Ciudad de México ha tenido un trato inequitativo en el diseño del modelo constitucional federal, a pesar de ser la entidad que más riqueza aporta a este país.
La perredista reprochó que en la sesión del 15 de diciembre al llegar el momento de pasar a la discusión del dictamen, la sesión fue reventada ante la deliberada ausencia de legisladores del PRI y PAN, lo que evitó su discusión y aprobación por falta de quórum.
“Ello manifiesta la omisión deliberada de concluir la reforma política de la ciudad de México, dañando directamente a sus habitantes y postergando una vez más la concreción de los derechos plenos para la ciudadanía de la capital”, reclamó.
Afirmó que no hay motivo que justifique no aprobar y seguir posponiendo la Reforma Política del Distrito Federal, la cual dotará a la ciudad de mayor democracia, mayor participación de la ciudadanía en la solución de sus problemas y una mejor administración.
Lamentó que la propuesta de la reforma Política del DF sea vista por legisladores del PAN como un eslogan pues “el PRD ha hecho el esfuerzo desde la Reforma Política para sacar esta iniciativa”.
Para refutar las acusaciones, la senadora del PAN Mariana Gómez del Campo Garza, contradijo que su partido ha insistido desde hace más de una década en la necesidad de tener una reforma política para la ciudad de México pero que fortalezca a los ciudadanos y a los jefes delegacionales, que son la figura inmediata de contacto con los capitalinos.
Rebatió que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera no le ha dado la fuerza ni el interés a la figura de Jefe Delegacional, y aún así está buscando que sean alcaldes. “Quiere que se conviertan en alcaldes, pero sin facultades, sin autonomía, sin presupuesto”.
“Esto es lo que no podemos permitir desde Acción Nacional y desde el momento número uno exigimos que dentro de esta reforma política le podamos dar a las delegaciones alcaldías, personalidad jurídica, patrimonio propio y, por supuesto, esto sería darles autonomía”, continuó.
Refirió sobre la insistencia de una asamblea constituyente específica que realice la Constitución para el Distrito Federal que no esté a las órdenes del jefe de Gobierno e integrada por verdaderos constituyentes representados no nada más a los partidos políticos, sino también a los sectores de la población que hoy no se sienten identificados.
“Quiero dejar muy claro que por parte del PAN sí queremos una reforma política, pero queremos una reforma política en la que su prioridad sean los ciudadanos. No queremos una reforma política hecha específicamente para tribus del PRD ni para los demás partidos políticos”, recalcó.
Refutó que en el dictamen aprobado en las comisiones por unanimidad se había acordado algunas modificaciones que serían incorporadas, pero en el último momento el presidente del Senado, Luis Miguel Barbosa Huerta, por no tener acuerdos con Mancera Espinosa, presionó para que saliera la reforma política del Distrito Federal sin los acuerdos a los que se habían llegado.
“El presidente del Senado en su momento dijo que la reforma política para la ciudad y por la importancia de la misma, solamente se llevaría al pleno si tenía el consenso de todas las fuerzas políticas. Y lo digo de esta forma porque trataron de darnos la vuelta, de engañar no nada más a algunos de los senadores, sino a los ciudadanos en general”, objetó.