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TAPACHULA, Chiapas, 12 de agosto del 2014.- Habitantes de la colonia Laureles de esta ciudad, protestaron por el derribo de un árbol de cuajilote con aproximadamente 100 años de antigüedad, el cual estaba cargado de fruto, además de más árboles de manera discriminada en esta ciudad.
Augusto Pérez López, habitante de esta colonia, manifestó su inconformidad con las empresas constructoras por el derribo de árboles como el cuajilote, roble y frenos, donde se construyen vialidades y calles en el municipio de Tapachula, porque están terminando con la poca diversidad y naturaleza en esta ciudad.
Lamentó que con la rehabilitación de calles de concreto las constructoras talaran árboles con varias décadas de existencia, así que “cortaron robles, unos fresnos hermosos, árboles de laurel, y no era necesario que los tiraran, sólo tenían que podarlos para que pudieran trabajar”.
El denunciante, dijo que no, es necesario derribar los árboles que contribuyen a generar oxígeno al planeta, por lo que los encargados de las empresas constructoras y autoridades estatales, deberían buscar una estrategia ambiental, que no afecte a los árboles o en su caso nada más podarlos o mocharlos para seguir conservándolos, porque los arboles con casi un siglo de antigüedad, son una reliquia para los tapachultecos en estos tiempos que afecta el cambio climático.
Pérez López, hizo un llamado a las empresas constructoras que trabajan en el municipio, “porque la Ley de acuerdo a la Semarnat, la persona que tire un árbol de esta talla, tendrá que sembrar 100 árboles y sino, la misma dependencia tendrá que aplicar una sanción”
Los afectados, explicó mantener un dialogo con los empresarios y constructores, que realizan los trabajos en las calles, quienes se excusaron que por órdenes de las autoridades estatales, se estaban derribando los arboles donde se construyen las calles.