Va América adelante y Xolos Atlas
MÉXICO, DF, 18 de enero de 2016.- Luego de la polémica suscitada por la publicación de la BBC y BuzzFeed News, en el sentido de que “durante la última década, 16 jugadores del Top 50 mundial fueron señalados ante el comité de ética del tenis por sospechas sobre el arreglo de sus partidos”, el tenista serbio reveló que su equipo de trabajo le transmitió una oferta de 200 mil dólares por arreglar un partido en el torneo de San Petersburgo 2007.
Según la BBC, entre tenistas señalados hay “vencedores de torneos de Grand Slam” y todos ellos “fueron autorizados a continuar su carrera”.
Djokovic dio detalles de cómo recibió la oferta: “No me lo propusieron a mí directamente. Bueno… me lo ofrecieron a través de gente que estaba trabajando conmigo en ese momento, que era parte de mi equipo. Por supuesto, lo descartamos inmediatamente. Nunca me contactó, el tipo que estaba tratando de hablar conmigo, nunca me contactó directamente”, revela el portal de Infobae.
“Desafortunadamente, en esos tiempos, en esos días, hubo rumores, charlas, gente que andaba alrededor. Ellos hicieron acuerdos. En los últimos seis, siete años, no he escuchado nada similar. Personalmente, nunca he sido contactado directamente, así que no tengo nada más para decir acerca de eso”, concluyó el jugador.
Por supuesto, ante semejante revelación la prensa quiso saber más: “Me hizo sentir horrible porque no quiero estar relacionado con esto de ninguna manera. Alguien puede llamarlo ‘una oportunidad’. Para mí, es un acto de conducta antideportiva, un crimen contra el deporte, honestamente. No lo apoyo. Creo que no hay espacio para esto en ningún deporte, especialmente en el tenis.
“Siempre he sido bien enseñado y he estado rodeado de gente que me ha criado, ya saben, en el respeto de los valores deportivos. Esa es la manera en la que he crecido. Afortunadamente para mí, nunca necesité quedar envuelto directamente en estas situaciones particulares”.
Los documentos a los que la emisora británica señalan que tuvo acceso encontró sindicatos de apuestas en Rusia e Italia, que apostaban miles de libras en partidos que los investigadores pensaron que estaban amañados.
Tres de esos partidos se disputaron en el torneo de tenis de Wimbledon.