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Investiga FGE ataque en canchas de Policía y Tránsito de Morelia
MÉXICO DF, a 10 de octubre de 2014.- Greenpeace México denunció que los reglamentos del sector de hidrocarburos, publicados recientemente por el presidente Enrique Peña Nieto en el Diario Oficial de la Federación, representan un “acto grave de desregulación ambiental”.
La organización internacional de protección al ambiente señaló que los nuevos reglamentos pasan por encima de instrumentos legales que anteriormente habían sido eficaces para proteger al ambiente, y ahora facilitarán las actividades de las grandes empresas trasnacionales quienes priorizarán sus intereses por encima de la ecología y de las poblaciones donde éstas se encuentran.
Alberto Rojas, de Enlace Legislativo de Greenpeace México, aseguró que con la reforma energética, el Ejecutivo Federal realizó cambios en la legislación en materia de Medio Ambiente que eximen a la actividad del sector hidrocarburos de ser partícipe en la elaboración, diagnóstico y pronóstico de un ordenamiento ecológico territorial.
“El reglamento prevé, que no deberán ser consideradas; quiere decir que a la hora que regulen este territorio para planear su desarrollo, no van a poner dónde va a ir esta infraestructura y eso implica un riesgo directo a la población porque, imagínese que pongan hoteles o zonas de esparcimiento público, de turismo y por ahí pase un oleoducto, un gasoducto”, argumentó.
Expuso que las modificaciones a los artículos 38, 40, 43, 44, 48, 49 y 58 del Reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente en Materia de Ordenamiento Ecológico del Territorio impedirán que la población que habita un territorio, conozca si en su comunidad o en sus terrenos se instalarán obras relacionadas con el sector de hidrocarburos.
“Además de que no serán consultadas si están o no de acuerdo con que en sus predios se puedan realizar dichas actividades, independientemente de que sean o no compatibles con las actividades que ya estuviesen ordenadas en el territorio”.
En algunos casos al no incluirse estas actividades en el proceso de elaboración de un ordenamiento ecológico regional, la planeación del uso del territorio para actividades productivas, no considerará que se puedan instalar obras asociadas con el sector hidrocarburos, dijo.
“Un ejemplo sería un desarrollo turístico en el que derivado de lo anterior no se conocieran a tiempo las obras (como gasoductos u oleoductos) que pudieran construirse en la zona lo que en relación con la población que se encuentre en el emprendimiento turístico sea sujeta a un riesgo sin que se sepa. Esto representa un acto grave de desregulación ambiental”, expuso Alberto Rojas.
Además, se podrán modificar los ordenamientos ecológicos territoriales vigentes tanto locales como regionales para facilitar la implementación de obras o actividades del sector hidrocarburos lo que tira por la borda, expuso, años de procesos de planeación y elaboración de decenas de ordenamientos ecológicos territoriales vigentes en el país.
“Esto es igualmente grave porque genera una falta de certeza jurídica y de facto, anula los beneficios que se derivan de la regulación territorial en donde ya se encuentran estos instrumentos vigentes”, señaló el vocero de Greenpeace.