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MÉXICO, 15 de enero de 2015.- Desde que fue construido en 1988, el Centro de Atención de Integración Social (CAIS) Cuemanco no había recibido mantenimiento en sus instalaciones.
Especializado en atender a enfermos mentales en situación de calle y abandono social, la falta de mantenimiento generaba que los dormitorios estuvieran con suciedad en los pisos, o que a los usuarios se les bañara a manguerazos con agua fría, por falta de equipo.
Pero este año el Centro, junto con el de la Cascada, Cuautepec y Villa Mujeres comenzarán a ser rehabilitados, gracias a recursos federales de 93 millones de pesos del Fondo de Ayuda a Infraestructura Social (FAIS), informó durante una visita al centro la Secretaria de Desarrollo social del Gobierno del Distrito Federal (GDF) Rosa Icela Rodríguez.
De acuerdo con la funcionaria capitalina, para marzo de este año podrían acabar la rehabilitación de los primeros cuatro CAIS, y entonces seguirían en el resto de los 10 que componen la red que atiende en conjunto a tres mil 500 personas de distintos perfiles.
Hubo una recomendación
En 26 años el centro se deterioró a tal grado que en 2012 el Gobierno del Distrito Federal, durante la administración de Marcelo Ebrard recibió una recomendación de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
Dicha recomendación exponía que las condiciones de los internos eran insalubres y no recibían atención adecuada, lo que generaba una situación de discriminación. La recomendación fue aceptada sólo parcialmente por la anterior administración de la Sedeso, encabezada entonces por Jesús Valdés Peña.
Bajo la administración de Miguel Ángel Mancera el GDF aceptó en 2013 la recomendación, afirmó la titular de la Sedeso del GDF, Rosa Icela Rodríguez, durante una visita al centro.
Con ello se podrán pintar las paredes descarapeladas, cambiar el piso roto, poner una nueva instalación eléctrica y arreglar el drenaje.
Las obras comenzaron desde diciembre de 2014, en los dormitorios donde pernoctan 278 usuarios hombres, todos con una edad que oscila entre los 18 y 59 años. El 80 por ciento de la población padece de esquizofrenia o retraso mental de moderado a grave. Sólo 15 por ciento de ellos son funcionales y realizan algún grado de actividad. Algunos de ellos ayudan en las labores de limpieza y barren afuera del centro.
Para el mantenimiento cuadrillas de albañiles reparan bases de concreto usadas para las camas, y les añaden canaletas para limpiar de manera más fácil las necesidades de los enfermos. Otros se encargan de desazolvar el drenaje, deteriorado por su antigüedad y porque los usuarios a veces lo tapaban con su propia ropa.
Asimismo, la herrería de las ventanas fue cambiada y en lugar de vidrio se colocó acrílico, para evitar que sea usado como arma por los usuarios.
Los baños, cuyos lavabos lucen gastados y amarillos por el uso, también serán reparados y su tubería será sustituida luego de 26 años de uso sin hacerlo.
“No los invito a módulos sanitarios porque están horribles. En 26 años no se hizo nada”, reconoce el ingeniero Rubén Fuentes, director general del Instituto de Asistencia e Integración Social (Iasis) y quien supervisa las obras.
Un proceso similar se hará con la instalación eléctrica. Lo visible son los tableros con cables al aire, enmarañados y conectados de manera improvisada.
«A veces había 18 focos prendidos simultáneamente sin necesidad de que todos lo estuvieran», dice Fuentes.
Lo no visible es la instalación colocada encima de los andadores. En unos tramos el deterioro de la tubería es mayor, al carecer por años de la protección de impermeabilizante. En otros tramos la tubería que protege los cables desapareció: como era de cobre alguien la sustrajo para venderla.
El mantenimiento irá por etapas. El CAIS Cuemanco tiene 16 dormitorios, cada uno con 24 camas. Los comprendidos entre el 11 y el 14 serán los primeros en tener mantenimiento, luego seguirán los demás dormitorios y finalmente le tocará el turno a los comedores y el área médica, concluyó Fuentes.