Persiste ánimo de inversión en México y Estados Unidos: Intercam Banco
MÉXICO, DF, 21 de septiembre de 2015.- El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, A.C. (CIEP) presentó un análisis exhaustivo de las implicaciones que requiere el Paquete Económico para el ejercicio fiscal 2016, donde detectó que aunque se presenta un alza en los ingresos tributarios no petroleros, no alcanza a compensar la caída de los precios internacionales del crudo, menor producción y el incremento en los costos de producción.
Los resultados del análisis al Paquete Económico 2016 del CIEP detectan un sistema fiscal mexicano frágil, que sin un replanteamiento a fondo de las fuentes de ingreso, gasto público y deuda, no será sostenible y tampoco será coadyuvante del desarrollo del país.
Más que Presupuesto Base Cero, como fue presentado por el Ejecutivo federal a través de la Secretaría de Hacienda, es una reingeniería del gasto público para el próximo año, señaló en conferencia de prensa Sunny Villa Juárez, directora de Gasto del CIEP.
Si bien el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación da los primeros pasos en una reorganización del gasto, el rubro que por mucho sufre los mayores recortes es el de inversión pública.
Con las reducciones generalizadas de los ramos administrativos, como se proyecta en el documento, también hubo decrementos en renglones importantes del gasto social. El PEF 2016 se sigue cuadrando con requerimientos financieros similares a los de los últimos años, esto pone una presión considerable en el acumulamiento de deuda pública federal, explicaron los especialistas del CIEP en su análisis.
Con lo que respecta a la Reforma Energética, a un año de su implementación, el sector petrolero mexicano se ha encontrado con una coyuntura complicada, sustentada por una constante caída en la producción y una nueva tendencia a la baja de los precios del crudo.
Esto ha provocado una caída real de los ingresos petroleros del Sector Público del 30 por ciento y una disminución como proporción del PIB. En promedio, de 2004 a 2014, los ingresos petroleros del Gobierno federal se encontraban en un 5.3 por ciento del PIB; actualmente, en la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación 2016, éstos se encuentran estimados en un 2.5 por ciento del PIB.
El documento indica que existen leyes que no se adaptan a las circunstancias actuales del sector energético y conllevan a que la Ley de Ingresos mantenga, en crecimiento, elementos que se vislumbran complicados de obtener y se olvida uno de los propósitos del Fondo Mexicano del Petróleo: el ahorro de largo plazo.
En sus principales hallazgos en la Reforma Hacendaria, la recaudación tributaria no petrolera logró un aumento del 3.0 por ciento del PIB, si se compara, lo recaudado en el 2013, con lo estimado en el 2015. De este total, entre 1.6 y 1.8 por ciento del PIB se deben por cambios derivados por dicha Reforma. El restante 1.2 o 1.4 por ciento del PIB se debe al aumento del IEPS a diésel y gasolinas, cuyo cambio no se deriva de la reforma, sino por los precios internacionales del petróleo.
En la Reforma Educativa, el gasto representa 1.9 por ciento del PIB. De acuerdo a lo propuesto en el PEF 2016, los recursos a la nómina educativa y el Servicio Profesional Docente representan el 80.1 por ciento del presupuesto a educación básica.
El presupuesto de 34 programas en general van dirigidos a la evaluación, investigación y diseño de políticas educativas (Mantenimiento de Infraestructura, Programa Nacional de Inglés, Evaluaciones de la calidad de la educación) no llega al 0.01 por ciento del PIB.
Respecto a la Seguridad Social Universal, el presupuesto asignado en 2016 para salud representa 2.7 por ciento del PIB, 0.1 puntos del PIB menos que en PEF 2015. Lo anterior se ve reflejado en reducción de recursos en ramos como Secretaría de Salud (Seguro Popular) e ISSSTE, o en gasto de inversión y subsidios. También se reflejan caídas en subfunciones como Generación de Recursos para la Salud y Prestación de Servicios de salud a la Persona.
Sobre las pensiones, el presupuesto asignado a pensiones contributivas sufre cambios positivos: aumenta en 0.2 puntos porcentuales su proporción respecto al PIB (de 2.8 a 3.0 por ciento); lo anterior, por el aumento en la cantidad de pensionados en los próximos años y la presión que esto genera el CIEP.
En Finanzas Públicas Locales, las participaciones y aportaciones federales se incrementarían en 8.5 y 1.1 por ciento, respectivamente, en el 2016. Sin embargo, el gasto federalizado tendría una reducción del 0.9 por ciento en términos reales, respecto a 2015, debido a reducciones en el ramo 23, en los convenios de descentralización y en la protección social en salud.
En un análisis más detallado de las aportaciones federales, se encontró que 18 entidades federativas verían reducidas sus aportaciones.
En cuanto a la deuda y sostenibilidad fiscal para el 2016, se propone incurrir en una deuda del 3.2 por ciento del PIB, siendo el tercer año consecutivo con cifras mayores al 3 por ciento. En la ILIF 2014, originalmente se estimaba una deuda del 40.9 por ciento del PIB para el 2016; en la ILIF 2016, finalmente se espera que éstos sean del 47.8 por ciento.
“Esto fue el paquete económico que se pudo y hay que entenderlo así, como Centro de Investigación presupuestaria estamos encontrando un sistema fiscal muy frágil y hoy por hoy no es sostenible”, apuntó Héctor Juan Villarreal Páez, director general del CIEP.