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CIUDAD DE MÉXICO, 8 de abril de 2016.- El excanciller Jorge G. Castañeda suscribió este viernes su apoyo a la iniciativa que busca despenalizar el consumo de mariguana, controlar su venta y distribución por el Estado mexicano.
En las instalaciones del Senado de la República, el también escritor y periodista, Jorge G. Castañeda afirmó que la «iniciativa significa poner a México en la vanguardia. Entre los países que están avanzando en el mundo en esta materia».
«Todos los mexicanos quisiéramos que México se colocará en el grupo de países de vanguardia, no de los países trogloditas. No de los que siguen apoyando la guerra de Richard Nixon contra las drogas, no de los que siguen apoyando la política prohibicionista», afirmó.
El también político mexicano explicó que en Canadá el primer ministro Justin Trudeau «enviará una iniciativa para la plena despenalización de la mariguana, producción, consumo y distribución recreativa y médica», por lo que eso será de gran importancia para México, «porque es nuestro socio dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y si no estamos al día con ellos, pues con quién vamos a estar».
Explicó, además, que en California, Estados Unidos, está por concluir la entrega de firmas para que en noviembre próximo esté en la boleta electoral la posibilidad de legalización del cannabis.
«En California van a legalizar la mariguana. ¿En México seguiremos con esta legislación costosa y sangrienta?», expresó.
Durante el respaldo de a esta iniciativa parlamentaria, el presidente de la mesa directiva, Roberto Gil Zuarth, expresó que, lo que se busca es «una discusión sobre mariguana más inteligente. Queremos mejores políticas públicas».
Durante la presente semana, Roberto Gil Zuarth presentó una iniciativa de Ley para que el Estado asuma la responsabilidad del control del mercado de la mariguana, mediante la expedición de licencias que se otorgarían a «dispensarios» donde los consumidores puedan adquirir dosis con precios controlados por el propio gobierno.
Con esta modificación se busca despenalizar el consumo del estupefaciente y que el Estado controle su distribución y venta. Además de garantizar medicamentos a base de la sustancia.