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AXOCHIAPAN, Mor, 26 de septiembre de 2014.- El ejército y la policía federal se encargarán de la seguridad en el municipio de Axochiapan, Morelos, después que pobladores enardecidos por supuestos abusos de la Policía del Mando Único , causaron destrozos, saquearon y quemaron el Palacio Municipal, durante la madrugada de este viernes.
Alrededor de 700 personas se reunieron la noche y madrugada de este jueves y viernes en el zócalo de este poblado para discutir, conforme sus usos y costumbres, el proceder del pueblo. Ante la negativa del alcalde Rodolfo Domínguez Alarcón de apoyarles en la denuncia contra elementos del Mando Único policiaco a quienes acusaron de detener y golpear el pasado domingo al ciudadano Valentín Dámaso González, y que a causa de esto murió el miércoles.
Según testimonios obtenidos de quienes exigieron no ser identificados, luego de 48 horas de esperar sin resultados a que el presidente municipal les concediera una audiencia para dialogar, los pobladores habían acordado intensificar las acciones y ya se habían retirado de la plaza, sin embargo, el arribo de la Policía Estatal y del Ejército, encendió los ánimos.
De acuerdo con las versiones recogidas, el inicio de los disturbios se generó cuando uno de los habitantes lanzó una pedrada contra la policía que ya se encontraba en retirada, lo que provocó el regreso de los uniformados, que comenzaron a ser agredidos con piedras, por lo que también inició el disparo de bombas de gases.
Dos mujeres denunciaron que durante la persecución de los rijosos, los policías intentaban sacarlos de las viviendas lanzando gases lacrimógenos al interior a pesar de que no se refugiaran ahí.
Mientras los policías trataban de contener a algunos hombres, principalmente jóvenes, otro grupo importante inició el ataque contra la Presidencia Municipal y las oficinas del sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal de donde sustrajeron bastones y andaderas para personas discapacitadas.
Los rijosos destruyeron vidrios, pintaron la fachada con pintura en aerosol, y saquearon un cajero automático. Además, otros se introdujeron a las oficinas gubernamentales, de donde sustrajeron todo tipo de aparatos: computadoras portátiles, de escritorio, impresoras, televisores, pantallas, además de que también prendieron fuego a varias de las oficinas saqueadas.
Durante la refriega contra la policía y los hechos vandálicos, los uniformados detuvieron a un total de 24 personas, las cuales fueron puestas a disposición del ministerio público de la Fiscalía Región Oriente, ubicada en la ciudad de Cuautla.
Tras los hechos, en el pueblo se mantuvo la tensión, hasta que cerca del medio día, el sobrevuelo de un helicóptero de la Policía Estatal y el anuncio de la llegada del secretario de gobierno, Jorge Messeguer, encendió los ánimos y congregó de nueva cuenta a unas 300 personas a las puertas del Palacio Municipal.
Al arribar Messeguer a la cabecera municipal con algunos guardaespaldas y sin presencia de elementos estatales y al presentarse ante la población, les aclaró que el Gobierno de Morelos buscaba un diálogo para restablecer la paz en la población.
En su discurso inicial, el funcionario fue interrumpido sistemáticamente con agresiones verbales y exigencias para que la policía del Mando Único sea retirada de la población.
Los hombres que destacaban entre la muchedumbre, aseguraban que lo primero que debía pensar el Gobierno era hacerle justicia al hombre asesinado y luego detener a los policías que lo golpearon y provocaron su muerte.
Pese a los intentos de Messeguer para entablar una negociación, la población se negó sistemáticamente a generar un diálogo, incluso a pensar en ello si la Policía Estatal no era retirada y sustituida de forma permanente con la presencia del Ejército.
El funcionario indicó que los pobladores afectados y la familia del hombre muerto recibirán justicia, al tiempo en que señaló que varios policías ya fueron detenidos, pero no especificó el número.
Tras las agresiones y el crecimiento de la violencia verbal y de los gritos, Messeguer informó que ante el ambiente, el Mando Único se retiraría, en tanto que el Ejército se mantendrá atento de la seguridad mientras se generan condiciones para el diálogo. El funcionario se retiró debido a la hostilidad de los pobladores y la recomendación de su equipo de seguridad.