Quadratín, referente de periodismo crítico, plural y veraz en Chihuahua
MÉXICO D.F., 8 de agosto del 2014.- Acciones cotidianas como hablar por teléfono celular o revisar el correo electrónico personal pueden permitir un “mapeo” virtual de la rutina de una persona, sus vínculos y actividades y ello, en un contexto de protesta social, puede ser riesgoso, advirtió Seth Schoen, de la Fundación Electronic Frontier (EFF, por sus siglas en inglés).
Al participar en la conferencia internacional Sin protesta no hay democracia, el especialista en Tecnología afirmó que el hecho de que los gobiernos, a través de hackers, tengan copia de los datos e información de los usuarios de bienes y servicios supuestamente protegidos por las leyes de privacidad de datos “es una posibilidad bastante realista”.
Explicó que los gobiernos suelen espiar a las compañías privadas que brindan servicios a la población y que a través de sistemas de metadatos es posible conocer la ubicación de una persona a través de su teléfono celular o desde su cuenta de correo o redes sociales, pues se puede saber la localización de la computadora desde la cual ingresó.
Eso permite cruzar datos y hacer una reconstrucción de los movimientos físicos de una persona, de su círculo social y hasta sus gustos y preferencias, lo que la industria de la publicidad, por ejemplo, busca aprovechar.
Alertó que lo anterior, en el contexto periodístico, representa un riesgo para los propios comunicadores y sus fuentes, pues el gobierno puede conocer el número celular de los comunicadores y saber quién le llama, desde dónde y cuándo, por lo que “los teléfonos no son ya una buena manera de contactar a la prensa” y se complica la protección y confidencialidad de las fuentes informativas.
Comentó que desde hace una década ha aumentado el número de hackers, quienes venden sus habilidades e inventos a los gobiernos para espiar a la ciudadanía.
En las convenciones anuales de estas personas, señaló, las autoridades van “más que a arrestar a reclutar a los hackers”.
Por su parte, la directora general de Derecho y Política de Artículo 19 en Londres, Inglaterra, Barbara Bukovska, advirtió que se cuenta con evidencia de la vigilancia de los gobiernos hacia personas que organizan y/o participan en protestas sociales, lo que puede tiene un efecto “congelador” de las mismas, pues las personas temen ser detenidas al saber que ya han sido identificadas.
Alertó sobre el contubernio entre gobiernos espìas dispuestos a compartir información y empresas que también proporcionan los datos personales a las autoridades.
Aunado a ello, advirtió, hay una reticencia de las poblaciones a exigir la protección de sus datos y su derecho a la privacidad debido a que “se les ha lavado el cerebro haciéndoles creer que la vigilancia es por su propio bien”, por lo que “necesitamos mayor conciencia en torno a la supervisión ilimitada que llevan a cabo los gobiernos”.
Al finalizar el encuentro, el director de Artículo 19 México, Darío Ramírez, señaló que luego de dos días de trabajo en los que se compartieron diversos puntos de vista en torno a la protesta como derecho y su relación con la democracia, puede concluirse que “el contexto para la libertad de expresión en México en línea y fuera de línea es adverso”.