Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
MÉXICO, DF, 14 de noviembre del 2014.- Un 14 de noviembre de 1840 nació en Giverny, Francia, uno de los pintores más reconocidos del movimiento del impresionismo, Claude Monet. En su obra, se nota la influencia de uno de los inventos más revolucionarios de aquella época, la fotografía.
Con ello, autores franceses como Monet, Pierre-Auguste Renoir, Camille Pisarro, Edgas Degas, Paul Cezanne, entre otros, crearon un movimiento que revolucionó la pintura y la llevó de las grandes representaciones nacionalistas, mitológicas o religiosas, a la captura de un momento cotidiano.
De hecho fue una crítica realizada a un cuadro de Monet, ‘Impresión, Sol Naciente’ de 1872-1873, la que dio nombre a este movimiento.
Aunque en su momento esta corriente no fue aceptada entre los críticos y conocedores, posteriormente las obras de estos autores están entre las más reconocidas, además su estilo de vida: viviendo con precariedad, entre excesos y en un ambiente intelectual en los cafés de París, fue el inicio de la corriente bohemia.
En 1890, Monet rentó su famosa casa en la localidad de Giverny, donde falleció en 1926 y allí creó un jardín que fue la inspiración de su obra más reconocida.
Las pinturas impresionistas se caracterizan por el esfuerzo en captar un momento específico, representan imágenes cotidianas y en sus lienzos se percibe la fuerza que imprimió el autor en partes específicos del lienzo y la mezcla de colores se realiza con una distancia razonable de por medio.