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MÉXICO, DF a 9 de marzo de 2015.- La iniciativa de la Ley de Aguas busca utilizar la tecnología del ‘fracking’ para obtener mínimas cantidades de gas de esquisto en pozos que se han encontrado a nivel de tierra en estados como Chihuahua, Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas, a pesar de que millones de litros sean usados y contaminados para esta práctica.
De acuerdo con Natalia Seguin, de la organización Red de Acción por el Agua en México, la aprobación de este proyecto sería un excesivo gasto para el transporte, utilización e inyección de químicos para el líquido que se utilizará para la extracción de gas.
“La tecnología de fracking es que inyecta grandes volúmenes de agua con una mezcla de químicos que no se pueden retirar ni tratar, se inyecta a grandes profundidades, estos son pozos tienen una forma vertical y después se expande de manera horizontal y en esta vía es donde se truena la capa de roca de esquisto para forzar el flujo del gas y que entre al ducto y que eventualmente salga.
“Lo que es importante es que no se recupera poco más del 10 por ciento del gas en esa capa, se invierten grandes cantidades de dinero, grandes cantidades de agua para recuperar, apenas, el 10 por ciento del gas presente en esa capa”, explicó Seguin en entrevista para Quadratín México.
-¿Qué pasa con el agua que se utiliza?
“No se sabe qué hacer con ella, estamos con grandes volúmenes de agua contaminados a niveles radioactivos, porque a esas profundidades existe una radiación natural, porque conforme la van reinyectando se va cargando con radiación, estamos hablando de agua radioactiva.
“Esto no se contempla en la ley y eso es muy importante mencionar, no se contempla en esta iniciativa ningún manejo particular para esta práctica”.
La especialista comentó que el trasvase de agua será una de las estrategias para poder consumar la práctica del Fracking, ya que es la única forma efectiva.
“Lo que permite esta iniciativa aprobada por la Comisión de Recursos Hidráulicos y Agua Potable es la concesión de grandes volúmenes de agua, es el permitir el consesionamiento los grandes trasvases de agua.
“El trasvase es el movimiento de grandes volúmenes de agua de una cuenca a otra, aspecto y concepto que ha sido completamente controversial a nivel mundial, hoy en día se sabe que para una gestión sustentable del agua, el agua en la cuenca, el agua para la cuenca, no se tiene que mover de un lado a otro, para empezar”, dijo.
-¿Qué es lo que buscan con el movimiento de grandes volúmenes de agua?
“El ejemplo sería el proyecto de Monterrey 6 se está llevando el agua del Río Pánuco hacia el estado de Nuevo León, quien ya vive un gran estrés hídrico, sin embargo el estado de Nuevo León, de Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila todos son estados donde existe una posibilidad de explotación de gas de esquisto, donde tiene claramente la mira este gobierno para la extracción de este gas.
“Esta iniciativa de la Ley de Aguas es lo último que les falta para poder empezar para hacer este tipo de práctica, destructiva, terriblemente contaminante y que lo único que van a dejar es muerte en términos de enfermedad”.