Transparencia, el reto de la transición al Inegi y la reforma necesaria
MÉXICO, DF, 25 de agosto de 2014.- La económica mexicana se encuentra en una coyuntura difícil, porque aunque existen expectativas positivas en el mediano y largo plazo, sin embrago en lo inmediato no se perciben cambios sustanciales en el bolsillo de los mexicanos, sostuvo el periodista especializado en finanzas, Marco Antonio Mares.
En entrevista con Quadratín México, el comentarista de Fórmula Financiera señaló que aunque la Secretaría de Hacienda ratificó la semana pasada su pronóstico de crecimiento de 2.7 por ciento del Producto Interno Bruto para este año, y en el sector energético se prevén inversiones que oscilan entre los 50 mil y 70 mil millones de dólares, el país reciente la desaceleración en la economía norteamericana.
El ex director de El Economista, pronosticó que los incentivos que pudieran percibir los mexicanos de manera directa en sus finanzas personales en el corto plazo, dependerán de las determinaciones que se tomen en el Instituto Federal de Telecomunicaciones, con la entrada en vigor de las nuevas leyes que regulan al sector en el capítulo de servicios, como es el caso de la telefonía.
Tras calificar como positivo el debate en torno a un incremento al salario mínimo, Marco Antonio Mares advirtió que cualquier determinación en este ámbito tiene que ser responsable, y congruente con la estabilidad económica “que tanto le costó al país”.
Abundó que existe un interés político electoral en el corto plazo al incentivar la discusión sobre el salario mínimo, pero el tema de fondo es cómo incrementar el poder de compra de los mexicanos porque la mayoría de la población percibe ingresos muy deprimidos.
“El riesgo es que se pudiera desbordar lo que estaban previendo las autoridades del gobierno mexicano y quienes son responsables de la política monetaria, porque son los encargados de mantener la estabilidad y la inflación acotada, y si esto se desborda y nos lleva a una decisión política errónea en materia de salarios se perjudica en la estabilidad macroeconómica”, recalcó.
A manera de ejemplo, el columnista de Milenio sostuvo que aumentar el salario mínimo de manera precipitada generaría una serie de efectos colaterales como un incremento repentino en las aportaciones al Instituto Mexicano del Seguro Social.