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MÉXICO, DF, 30 de diciembre de 2014.- Dentro de los proyectos onerosos, uno de los más representativos es la autopista Durango-Mazatlán, pues para su edificación se ejerció un presupuesto de 28 mil 600 millones de pesos, y la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó una muestra auditada en la cual se incurrió en un sobrecosto de 30 por ciento, poco más de 8 mil millones de pesos.
Lo anterior da cuentas el Centro de Análisis y de Políticas Públicas México Evalúa, en uno de sus puntos de atención urgente para aumentar la eficiencia y la transparencia de los proyectos de inversión: más resultados, menos opacidad.
Al presentar la ASF 45 observaciones por atender en las que detalla la generación de un sobrecosto del 30 por ciento de lo invertido en 2012, el dictamen de fiscalización de gasto en la carretera Durango-Mazatlán, presentado el 20 de febrero de este año, fue calificado como negativo.
El informe de México Evalúa retoma que durante el año fiscal 2012, se invirtieron cinco mil 490 millones de pesos de los cuales la ASF auditó cuatro mil 553 millones de pesos (82.9 por ciento del total).
En esta auditoría, la ASF registró costos extraordinarios por un mil 615 millones de pesos. Según el mismo documento, el Puente Baluarte –el puente atirantado más grande del mundo certificado por el Récord Guiness– fue calculado inicialmente en 2007 con una necesidad de inversión de un mil 113 millones de pesos, pero al final se invirtieron dos mil 099 millones de pesos.
La auditoría 12-0-09100-04-0067 establece que la Dirección General de Carreteras de la Secretaría de Comunicaciones (SCT), así como los Centros SCT de Durango y Sinaloa, no cumplieron con las disposiciones normativas, por lo que derivaron en costos extraordinarios.
En este contexto, el organismo de análisis y monitoreo de la operación gubernamental indica que la calidad de la gestión pública y del manejo presupuestario de estas obras diluyen los beneficios esperados de los proyectos de inversión, como su aportación a la productividad, al crecimiento económico y al desarrollo social del país.
El Centro de Análisis y de Políticas Públicas México Evalúa señala que situaciones similares se presentaron en los dos sexenios panistas anteriores en la ejecución de diversos proyectos.
Por ejemplo, en 2012, la ASF publicó un análisis de las irregularidades Problemática General en Materia de Obra Pública, donde se encontraron en las obras con un presupuesto de por lo menos 100 millones de pesos entre 1999 y 2010.
Además se detectó que los 80 contratos analizados tuvieron ajustes sustantivos durante su ejecución con respecto a los montos de dinero y los tiempos de ejecución planeados.
En promedio, las obras aumentaron sus presupuestos en 36.3 por ciento y se tardaron 126 por ciento más de lo programado para concluirse. Adicionalmente, 67.5 por ciento del total de los 80 contratos tardó por lo menos un año más de lo debido.
“Los desfases en tiempo y montos son más claros con una desagregación por cuarteles, ya que el promedio previamente abordado no permite dimensionar los peores casos”, indica México Evalúa.
En cuanto a los proyectos que tuvieron un mayor desfase en monto, señala que gastaron en promedio un mil 402 millones más de lo programado. En términos de tiempo, los 20 contratos que mostraron un mayor rezago duraron en promedio un mil 729 días, es decir, cuatro años nueve meses, cuando debieron durar sólo 709 días, un año 11 meses.