Persiste ánimo de inversión en México y Estados Unidos: Intercam Banco
MÉXICO, DF., 31 de mayo de 2014.- La falta de profundidad y la manera en que se han implementado reformas estructurales como la laboral y hacendaria son factores determinantes a la hora de explicar el estancamiento de la economía mexicana, destacan especialistas consultados por Quadratín.
Para ellos, la desaceleración de la economía es un fenómeno estructural más que un problema de coyuntura provocado por la debilidad del mercado interno y un modelo económico altamente dependiente del comercio exterior.
Las reformas no atienden esa situación, aseguran, por lo algunos consideran que “el remedio ha salido peor que la enfermedad”.
Armando Sánchez Vargas, coordinación de Análisis Macroeconométrico Prospectivo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el problema de la economía nacional está ligado al desmantelamiento de la planta productiva del país aunado a la fuerte dependencia a las importaciones, más allá de los fenómenos coyunturales que orillaron a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a efectuar un recorte en sus perspectivas de crecimiento para 2014.
“Todos estos efectos son temporales: si te suben un impuesto, te aumentan el gasto, si de repente la economía norteamericana decrece… pero el problema en la economía mexicana es estructural. Tenemos 20 años sin crecer porque no hay los patrones de inversión necesarios, hay una gran desindustrialización al interior de la economía, que está atada a la pequeña y mediana empresas. Importamos demasiado para crecer muy poco”, señaló el entrevistado.
“Tenemos desequilibrios externos e internos, y esto no permite que la economía mexicana crezca a su potencial real que es de 4 por ciento. Parece que vamos a seguir creciendo a tasas bastante bajas en los próximos dos o tres años mientras no haya una verdadera reforma estructural que cambie los cimientos de esta economía”, agregó Sánchez Vargas.
Otros especialistas destacan que la manera en que se conjuntaron la reforma laboral con la hacendaria tuvo una repercusión significativa en el debilitamiento del mercado interno, en virtud de que aceleró el deterioro de las condiciones laborales de los trabajadores.
“Fue una reforma que buscaba una flexibilidad laboral que no fue bien aprovechada. Al final del día con una reforma hacendaria que encarece los costos de nómina, echas mano de esa reforma laboral que permite ahorrar en prestaciones de ley que antes no se habría podido darles la vuelta”, afirma María Fonseca Paredes, directora del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey.
De acuerdo con la especialista, esta combinación de la reforma laboral aunada a un aumento de impuestos provocó que la gente tuviera menos dinero para gastar, lo cual contribuyó a debilitar el mercado interno. (En minutos, más información…)