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Destaca élite de Sedena en Reto SWAT 2025 ante equipos de 46 países
MÉXICO, DF, 14 de septiembre de 2014.- “Yo mismo debo asumir que soy responsable”, reconoce, autocrítico, el ex dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), Luis Felipe Bravo Mena, sobre la actual situación que atraviesa esa institución política y de cara a su 75 aniversario que se cumple este lunes.
Presidente del PAN cuando este instituto político ganó por primera vez las elecciones presidenciales en el año 2000, con Vicente Fox, recuerda que cuando la ola ganadora estaba arriba “el partido se convirtió en un frenesí en el que todo lo que no oliera a triunfo era atajado”.
En charla con Quadratín México, en las instalaciones de la editorial Penguin Random House Mondadori, Bravo Mena reflexiona y dice:
“Hubiéramos parado en seco que en el frenesí de ganar, que estábamos en ascenso, lo que no fuera ascenso lo atajábamos, en los municipios, en los estados… En cambio los triunfos eran defendidos a capa y espada, sin cuestionamientos, sin ver que el partido paulatinamente estaba cambiando su tradición de ganar por la convicción de almas, al uso de dinero para construir una maquinaria electoral.
“Debí haber atajado eso, de eso debo pedir perdón a la institución”, confiesa quien fuera en 1988 asesor de campaña del ex candidato a la Presidencia de la República, Manuel J. Clouthier.
Intentar parecerse al Partido Revolucionario Institucional (PRI), asegura Bravo Mena, comenzó a desdibujar a Acción Nacional.
“De maquinaria a maquinaria, el PRI y el PRD lo saben hacer mejor”, admite quien de 2008 a 2011 fue secretario particular del presidente Felipe Calderón.
Una situación que comenzó a llevar al partido a derrotas electorales, como perder la Presidencia en 2012, y después a actos distantes de la esencia panista, dice el también ex Embajador de México, autor del libro “Acción Nacional. Ayer y Hoy”, editado por Grijalbo.
Ejemplo es el zafarrancho que se armó en la pasada Asamblea panista, celebrada en agosto del 2013, donde militantes insultaron y aventaron papeles y cáscaras de plátano al dirigente nacional, Gustavo Madero.
También los recientes escándalos como el protagonizado por Luis Alberto Villarreal, quien apareció en un video en una fiesta con escorts, lo que a la postre le costó el cargo de Coordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados.
El entrevistado explica que el partido debe volver a ser congruente, convencer almas, dejar de buscar ser como el PRI y tener buenos candidatos para la elección del 2015. “En caso contrario, la crisis panista persistirá”, augura quien fue, en 2005 Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de México ante la Santa Sede.
75 ANIVERSARIO PARA REFLEXIONAR
˗¿Por qué los panistas deberían de leer su libro, «Acción Nacional. Ayer y hoy»?
Siempre amable durante toda la entrevista, Bravo Mena abre y gira sus manos para enfatizar sus ideas. Y suelta:
-El libro es un análisis, una reflexión sobre el PAN, y contiene tres fases. Una identificación de qué es el PAN. Lo deberían leer no sólo los militantes, sino todos los mexicanos interesados en una vida democrática honesta y recta en México, conocer qué es el PAN auténticamente. El primer capítulo es una identificación de esto que yo llamo panismo. La tesis del libro es que el PAN desarrolló una cultura política en México y esa cultura es una manera de entender la política y hacerla. Esto fue lo que hizo grande al PAN, su camino e hizo que se convirtiera en el eje de la transición democrática en México. Este panismo es un actor que está en la vida de nosotros, seamos panistas o no, interesados en la política. Como cuando los panistas invitaban a los ciudadanos a participar. Tú no te metes en política, pero la política sí se mete contigo. Les diría replicando o analogando esta frase, no es que interese este libro porque seamos panistas, interesa porque el PAN actúa en la política y la política se mete con los ciudadanos. Hay que saber qué pasa en política y qué es en esencia el PAN. Lo que pasa en el PAN no tiene que ver nada que ver con su esencia, y no con todos porque luego se crean esas historias que no son justas para muchos y para muchas. Diría que se conserva ese panismo de la cultura propia del PAN.
-Con tanto escándalo del PAN, ¿necesita una fiesta por el 75 aniversario o qué se requiere?
-Es importante la fiesta, que la conmemoración del 75 aniversario recuerde que la historia del PAN es bella, una gran obra de civismo y ciudadanos en México que construyeron la democracia, no se la dieron, no se la regalaron y la democracia mexicana la conquistaron ciudadanos y el PAN fue un gran actor de esta historia. Hay que celebrar y al mismo tiempo ser autocrítico. Por cierto toda obra humana tiene defectos, corre el riesgo de deformarse y eso ha pasado de alguna medida en el PAN, entonces tenemos que ser autocríticos para decir alto, estamos fallando, detengámonos, corrijamos el camino y sigamos hacia adelante. La conmemoración del 75 aniversario de la misma manera que puede ser celebratoria de la gloria del PAN, también debe ser esta reflexión frente a nosotros y a la sociedad.
-A principio de mes Gustavo Madero arremetió contra la prensa, ¿cree que el Presidente del PAN debe pedir perdón a la prensa?
-Quiero lanzar una lanza a favor de Madero, no por esta frase sino porque con respecto al libro que es crítico, él lo está recomendando y esto habla bien de él. Entiendo el papel del Presidente del partido, cuando nos pasan cosas muy difíciles por militantes que no son congruentes con la forma de ser del PAN y además se juntan muchas, entonces se siente uno acosado. No estoy justificándolo, los hechos son reales, él mismo lo dice, son graves y hay que rectificarlos y lo que él trata es de reconstruir una narrativa que no sea nada más ésta. No sólo se trata de estos capítulos difíciles, vergonzosos, también hay una narrativa de Acción Nacional que está ganando, en los comicios del año pasado y está trabajando por la ciudadanía con la consulta del salario mínimo. No quiero convertirme en juez ni dictar línea de lo que debe hacerse. Quiero comprender las cosas, pero lo primero es que debemos reconocer que hay cosas que no pueden seguir así y se tienen que rectificar.
-¿Había visto escándalos de este tipo?
-En menor medida, algunas cosas de dimensión muy pequeña en alguna población, siempre ha habido y más con seres humanos con poder e influencia. Ahora lo que ocurre es un síntoma de una causa de que se ha perdido, no en todos, esta congruencia entre los valores de la cultura panista y cómo debe hacerse la política de acuerdo a los principios del PAN y que por muchos años la practicamos, con otros que ni la conocen, ni la aprecian y por supuesto la desechan y como militantes de cualquier otro partido que no entienden la política como una vocación de servicio. La ven como una oportunidad de influencia, de negocio o simplemente de juerga y no se trata de eso.
-¿Síntomas de la crisis del PAN también son los llamados “morenazis”, y lo de los panistas en Brasil detenidos por tocamientos?
-De esto la falta de congruencia y lo puedo decir con toda serenidad y tranquilidad, que la institución electoral es una cosa [diferente]. ¿Qué mueve y alimenta esta maquinaria? Durante mucho tiempo lo movió el espíritu cívico del PAN, el ciudadanismo, pero si el militante que es el que mueve y actúa con esta maquinaria no es congruente con esos principios, entonces quién sabe a dónde va esta maquinaria. Hoy podemos decir que hay PAN y panismo, que puede haber PAN sin panismo y que puede haber panismo sin partido y esto es lo que yo elaboro en una tesis en el libro. Lo que llamo en contra congruencia, que es el hilo que amalgama la acción de los panistas, de los militantes, la maquinaria y la organización es la cultura política del PAN y se ha roto en algunas personas o momentos del partido.
-¿Están pagando la llegada de los advenedizos?
-No son advenedizos, son militantes de hace tiempo que por visiones de poder particular que logran, se pierden y no se alinean a los fines superiores del partido.