Dan el skateboarding y el IMSS un giro a la vida de Emilia Ojeda
GLENDALE, Arizona, 21 de diciembre del 2014.- Con su tercer quarterback, después de perder a Carson Palmer y Drew Stanton por lesión, los Cardinales (11-4) comienzan su estrepitoso derrumbe, en lo que parecía su intento por convertirse en el primer equipo en jugar el Super Bowl en casa. Ahora, simplemente no tuvieron con qué pelear ante unos Seahawks (11-4) que lucen temibles, exactamente como hace un año cuando ganaron el Super Bowl, y perdieron por paliza: 35-6.
En partido que cerró la jornada dominical de la penúltima fecha de la temporada 2014 de la NFL disputado en el estadio de la Universidad de Phoenix, Arizona simplemente lució ‘sin dientes’ y aunque su defensa los mantuvo en la pelea durante tres cuartos, en el último una aplanadora comandada por su corredor Marshawn Lynch les marcó 21 puntos para decretar el encuentro.
El quarterback Russell Wilson completó 21 de 31 pases para 339 yardas y dos touchdowns. Mientras que ‘La Bestia’ Lynch aportó 10 acarreos para 113 yardas y dos anotaciones, una en escapada de 79 yardas, en las que rompió cinco tackleadas. Mientras que por aire, Luke Willson recibió tres balones con 139 y dos touchdowns, uno en escapada de 80 yardas.
Por los Cardinales, Ryan Lindley –quien no ha lanzado para anotación en toda su carrera– acertó en 18 de 44 intentos, con 216 yardas y una intercepción. Mientras que el estelar receptor Larry Fitzgerald sólo tuvo cuatro balones para 33 yardas, la más larga de 16. Por tierra sólo avanzaron 29 yardas de manera combinada.
Con el resultado, Seattle se convierte en el equipo número uno de la Conferencia Nacional, mientras que Arizona cayó hasta el seis. Lo interesante es que los demás equipos clasificados, excepto el cuatro, que corresponderá al campeón de la División Sur, tienen el mismo record y la posibilidad de recibir toda la postemporada en casa.