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MÉXICO, DF, 26 de diciembre del 2014.-«Éste es el momento de construir, no para destruir; el momento de unir, no para dividir. El momento de fortalecer nuestras instituciones, no para debilitarlas; el momento de pensar en soluciones y de trabajar por México», deseó el presidente Enrique Peña Nieto durante su mensaje navideño.
A tres meses de la desaparición de los normalistas en Guerrero, el primer mandatario ha dejado atrás los beneficios de las reformas transformadoras impulsadas por su Gobierno.
Hoy, hasta en el mensaje navideño se retoma entre líneas el tema de seguridad, los discursos se han modificado pidiendo trabajar por recuperar la paz, combatir a los verdaderos enemigos de México y superar el dolor por lo ocurrido el pasado 26 de septiembre.
Durante su último discurso del año, al encabezar la Asamblea General Ordinaria y 30 Aniversario del Consejo Nacional Agropecuario, luego de hacer un balance del 2014 «un año de claroscuros», Peña Nieto pidió tomar lección de lo ocurrido en Iguala para que no se repita y avanzar en el fortalecimiento de las instituciones encargadas de la seguridad.
«Tenemos que avanzar en el fortalecimiento de las instituciones encargadas de la seguridad, pero también en el fortalecimiento de los órdenes, especialmente municipales, donde claramente se evidencia la infiltración del crimen organizado, y donde lamentablemente lo ocurrido en Iguala dejó ver y evidenció, ante toda la sociedad mexicana, un hecho de barbarie que resulta inaceptable», señaló.
A partir del 26 de septiembre la mirada nacional e internacional sobre el Gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto se vio afectada y modificada por lo ocurrido a los estudiantes de Azotzinapa.
Fue cuatro días después, el martes 30 de septiembre, luego de encabezar en el municipio de Coacalco, Estado de México, la inauguración de una autopista, cuando al término del evento y sin entrar en detalles, Peña Nieto se refirió al tema y afirmó que las áreas correspondiente estaban a cargo de la investigación.
«Es algo muy lamentable lo que ha ocurrido, es un hecho que merece toda investigación a fondo y a profundidad, para verdaderamente deslindar responsables y saber quiénes fueron los responsables de lo ocurrido, emprender las acciones y aplicar la ley. La Secretaria de Gobernación está muy pendiente y atenta, primero a que la autoridad de Guerrero asuma su responsabilidad», destacó.
Al paso de las semanas, el presidente de México direccionó sus discursos al caso Iguala: los avances en las investigaciones, llegar hasta las últimas consecuencias, castigar a todos los responsables y que el Gobierno de la República seguiría actuando con decisión y firmeza contra el crimen organizado para hacer justicia.
Ante estas declaraciones la sociedad reaccionó con continuas manifestaciones para hacer notar que la nación estaba en duelo por lo sucedido. Sin hacerse esperar, las demandas de justicia llegaron también del extranjero.
Peña Nieto no podía callar sobre el tema y cerrar los ojos ante un hecho que le duele a México, por ello el 27 de diciembre, desde Palacio Nacional, el primer mandatario dio a conocer una serie de medidas en materia de impartición y procuración de justicia, legalidad y combate a la impunidad y subrayó que los hechos de violencia exigen redoblar los esfuerzos para lograr la vigencia plena del Estado de Derecho.
«Nuestro país se ha estremecido ante la crueldad y la barbarie. El grito de ‘Todos somos Ayotzinapa’ demuestra ese dolor colectivo. El grito de ‘Todos somos Ayotzinapa’ es ejemplo de que somos una Nación que se une y se solidariza en momentos de dificultad. El grito de ‘Todos somos Ayotzinapa’ es un llamado a seguir transformando a México», enfatizó.
Al día de hoy, esta tragedia que marca un antes y un después en la administración del presidente Enrique Peña Nieto, deja aún 42 alumnos desaparecidos y 1 identificado.
Tras regresar a Guerrero desde lo ocurrido en Iguala y al poner en marcha el Plan Nuevo Guerrero, el mandatario pidió superar el dolor y seguir adelante. Peña Nieto tuvo que retomar el tema y enviar sus condolencias a los familiares del alumno Alexander Mora, en el marco de la Cumbre Iberoamericana en Boca del Río, Veracruz.
«Permítanme desde este espacio y desde aquí expresar mi más sentido pésame y acompañar como lo hemos venido haciendo como autoridad a todas las familias que pasan por este momento de dolor, particularmente a los padres de Alexander Mora, a quien expresamos solidaridad, nuestro más sentido pésame y el acompañamiento que la autoridad tendrá para quienes con víctimas de esta lamentable tragedia», dijo.
No bastará una convocatoria para superar el dolor por lo ocurrido en Iguala, los estudiantes aún siguen desaparecidos, sus familias permanecen dolidas al límite de la esperanza, porque aparezcan sus hijos y los mexicanos mantienen la inconformidad bajo un clamor de ¡ya basta!, esperando respuestas y dispuestos a seguir exigiendo que las autoridades asuman su responsabilidad y se llegue al esclarecimiento de lo ocurrido.
Pero no sólo la opinión pública en México se mantiene a la espera del esclarecimiento de los hechos, la opinión pública mundial, mantiene la mirada sobre el actuar de las autoridades para que el país recupere la paz y se perciban los avances en esta materia que tanto ha alardeado el mandatario.