Corrupción: un país de cínicos
Mientras que partidos políticos como el PRD y el PAN se apuran para presentar su propuesta de aumento a los salarios mínimos, y el PRI trata de armar una estrategia que reviere esta campaña, nadie se da cuenta de los millones de trabajadores que hay en el país y que parece que son invisibles, pues nadie los ve.
Ya en una ocasión le preguntamos al secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida, si tenía conocimiento sobre los campos de explotación que hay en el país, y en donde se esclaviza a cientos de personas, a quienes se les trata como hace un siglo, con tienda de raya y sometidos bajo el yugo del patrón.
Lógicamente negó cualquier hecho de esta naturaleza, pero a los pocos días surgieron casos de escándalo en Jalisco y Sinaloa, en donde familias enteras son explotadas sin que ninguna autoridad se dé cuenta de ello, por lo tanto no actúa.
Y quien ve a los trabajadores y menores de edad en campos de cultivo, en talleres mecánicos. A las miles de mujeres que se desempeñan como trabajadores domésticas y a los que son mil usos, que igual funcionan como jardineros, plomeros, curanderos y hasta cantineros.
Hay empresas que cotidianamente cometen delitos al no registrar a sus trabajadores en el IMSS, al evadir el pago de impuestos y no darles ninguna prestación. Es más se burlan de la Ley Federal del Trabajo, se siente dueños de la vida de sus trabajadores, sólo les importa su riqueza y son amorales.
Por eso se escucha hipócrita la acción de buscar el aumento salarial en el Distrito Federal, como si en el país no existieran millones de trabajadores más.
Sería mejor endurecer las leyes para castigar con cárcel a todos aquellos explotadores que abusan de sus trabajadores y que los someten por la necesidad de llevar unos pocos recursos a sus familias.
Pero si bien las cifras del INEGI de este año indican que somos un total 119 millones 550, 176 habitantes, de los cuales 57 millones 916 256 son varones y 61 millones 633 920 mujeres, la población económicamente activa es de 52 millones 084, 225 personas y un volumen de 2.5 millones de personas desocupadas. Se reporta un millón 400 mil trabajadores que trabajan por cuenta propia, lo cual no coincide con las cifra de trabajadores informales que hay en el país.
Para dirigentes sindicales como Joaquín Gamboa Pascoe, secretario general de la CTM; junto con el senador Joel Ayala Almeida, presidente de la FSTSE y el secretario nacional Ferrocarrilero, Víctor Flores Morales, en México lo urgente es el respeto a la Ley Federal del Trabajo, no reformas laborales que rompan con los beneficios alcanzados por los trabajadores durante largas jornadas de lucha y mucha sangre derramada.
Por ello, junto con el rescate del poder adquisitivo urge el respeto y la aplicación de la Ley, así como una intensa campaña de sindicalización en México, pues sólo el 10 por ciento de la Población Económicamente Activa está sindicalizada, lo cual representa de los más 52 millones de mexicanos que integran la PEA, según datos del INEGI, por lo que no rebasa los 5 millones de personas que pertenecen a un sindicato.
Mientras no haya cambios de fondo seguirá habiendo trabajadores invisibles…