
Brian anota, provoca 2 goles más y roja para abuso de América ante Chivas
MÉXICO DF., 31 de mayo de 2014.- A pocos días de la sorpresiva renuncia de Ramón Díaz a la dirección técnica de River, y con la notable ausencia de Juan Román Riquelme en Boca, se disputó en el Estadio Azteca una inédita edición del Superclásico argentino en el que se disputaron la Copa BBVA, que ganó el «Millonario», actual campeón argentino, en penales por 4 a 2.
Ambos clubes, así como la Liga MX, comparten el mismo patrocinador razón por la cual fue más sencillo pactar este juego en uno de los escenarios más icónicos del balompié mundial y que representa algo especial para los argentinos, ya que en este mismo inmueble Argentina se alzó con su último campeonato mundial de la mano de Diego Armando Maradona, en 1986.
La última vez que River y Boca jugaron fuera de Argentina fue el 15 de junio de 2002 en el Orange Bowl de Miami, un amistoso que el cuadro de Núñez ganó 2-1. Aquel partido en Florida lo jugó como titular Fernando Cavenaghi, actual capitán de River, que esta vez no viajó a tierras aztecas por una lesión, al igual que el defensor Jonathan Maidana.
Otras ausencias relevantes fueron: Fernando Gago, Agustín Orión (está con su selección), por parte de River, Álvarez Balanta y Teófilo Gutiérrez (en la selección colombiana), entre otros.
El club bostero empezó los primeros minutos a tener dominio del juego generando las de peligro pero se encontró con un genial Barovero, portero argentino de River Plate.
El actual campeón del futbol argentino pegó primero después que un pase filtrado de Lanzini hacía el «Keko» Villalva, quien definió por abajo a la derecha del portero para marcar el primer gol de la noche al minuto 36.
La polémica se desató al final del primer tiempo cuando el árbitro mexicano, Pérez Durán marcó penal. Acto seguido lo rodearon los jugadores de Boca, y ante la presión cobró simulación de falta y amonestó a Vangioni ante la mirada atónita de los jugadores rioplatenses.
Al 25’ de la parte complementaria Sánchez Miño tiró un centro raso hacía donde se encontraba Claudio Riaño, que mandó el balón al fondo de las redes para los Xeneizes e igualó el marcador.
Se completaron los 90′ sin un ganador. Pérez Durán no compensó siquiera un minuto y mandó a la definición por penales, ya que se disputa la Copa BBVA. Y en las gradas, plagadas de hinchas argentinos y sobre todo de guapas mujeres, ondeaban las banderas de ambos equipos.
River Plate se llevó la Copa BBVA al ganar en tiros penales 4-2, Boca erró los dos primeros tiros y le puso la mesa a las «Gallinas». Cristian Ledesma se encargó de darle la estocada a los bosteros para proclamarse campeones y, en lo individual, cerró su carrera con broche de oro, siendo este partido su último como futbolista profesional.
Con cuadros mermados pero con el orgullo intacto, Boca y River disputaron un buen partido.