Transparencia, el reto de la transición al Inegi y la reforma necesaria
MORELIA, Mich., 27 de septiembre de 2014.- Es un mito la idea de que producir carne orgánica resulta más caro e incluso puede ser más barato, siempre que se cumpla con las certificaciones. Así lo manifestó Jesús Vergara Aguirre, médico veterinario y presidente de la Asociación Michoacana Buiatría (especializada en bovinos), en el marco del Congreso de Buiatría que se desarrolla hasta hoy en el Centro de Convenciones, en Morelia.
En este sentido, frente al uso de sustancias químicas para el tratamiento y engorde de ganado apeló a la búsqueda de alternativas como la ganadería orgánica, que no usan granos ni tratamientos químicos. Por eso, una de las prioridades de la asociación consiste en estimular que los ganaderos se certifiquen y puedan introducirse en mercados como el europeo y el norteamericano, donde hay una gran demanda de carne orgánica y su valor es mayor respecto a la carne convencional.
Vergara señaló que en Michoacán hay tres rastros TIF certificados (establecimientos Tipo Inspección Fiscal) y se espera la introducción de otros tres. Pero reconoció que hay otros rastros “clandestinos”, por lo que resulta “delicado hablar de sanidad”. Según datos aportados por la asociación local de ganaderos, el 90 por ciento de la carne que se compra en las carnicerías tiene clembuterol.
Por otro lado, a nivel nacional, la producción de carne en Michoacán está dentro de los 15 primeros puestos en cuanto a la capacidad para aumentar el volumen de producción. Aunque el veterinario admitió que el sector debe centrarse en la calidad del producto que produce, no tanto en aumentar la cantidad. “Hay muchas deficiencias en la organización para cubrir todos las premisas de calidad, pero estamos en ese compromiso y crecimiento”, enfatizó