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MÉXICO, DF, 12 de julio de 2015.- “Cuando una fe no es solidaria o es débil o está enferma o está muerta, no es la fe de Jesús”, advirtió este domingo el Papa Francisco durante su visita al barrio marginado del Bañado Norte de la capital paraguaya, informa la agencia de noticias del Estado mexicano, Notimex.
Tras recorrer algunas casas de los habitantes, desde un escenario improvisado, el líder católico escuchó los testimonios de varios líderes, como María García, coordinadora de las organizaciones del barrio.
“El Estado no se ocupa de nosotros, no nos ve con buenos ojos. No nos ve como sujetos de derecho, sino que para sus responsables somos (como nos dicen normalmente) un pasivo social. Somos un problema que debe ser resuelto”, lamentó la mujer.
“Para el Estado, el problema no son nuestras necesidades y carencias, sino nosotros, nuestra existencia. Así, nosotros nos oponemos a proyectos de construcción de calles y casas que amenazan nuestras raíces y nuestros derechos. Estos proyectos no nos favorecen, sino a aquellos que ya tienen abundantes tierras y casas”, agregó.
Después tomó la palabra el Papa y sostuvo que la fe sin solidaridad es como un Dios sin pueblo, sin hermanos, un pueblo sin Jesús.
Recordó que Cristo no tuvo ningún problema de bajar, humillarse, abajarse, hasta morir por cada uno de los seres humanos por esa solidaridad hermana que nace del amor que tenía su padre.
Insistió que la fe hace prójimos a los seres humanos, los aproxima a la vida de los demás y debe despertar el compromiso con la solidaridad.
“No podía estar en Paraguay sin estar con ustedes, sin estar en esta su tierra. Ver sus rostros, sus hijos, sus abuelos. Escuchar sus historias y todo lo que han realizado para estar aquí, todo lo que pelean para una vida digna, un techo”, estableció.
“Todo lo que hacen para superar la inclemencia del tiempo, las inundaciones de estas últimas semanas, me trae al recuerdo todo esto a la pequeña familia de Belén. Una lucha que no les ha robado la sonrisa, la alegría, la esperanza. Una pelea que no les ha sacado la solidaridad, por el contrario, la ha estimulado, la ha hecho crecer”, apuntó.
Ante la capilla de San Juan Bautista, una de las 13 del Bañado, Jorge Mario Bergoglio dijo que fue hasta ahí para dar gracias con los pobladores porque la fe se hizo esperanza y es esperanza que estimula el amor.
Animó a los habitantes a seguir “siendo misioneros de esta fe”, a hacerse cercanos especialmente de los más jóvenes y de los ancianos, siendo soporte de las jóvenes familias, y de todos aquellos que estén pasando por momentos de dificultad.
“Quizás el mensaje más fuerte que ustedes pueden dar hacia fuera es esa fe solidaria, el diablo quiere que se peleen entre ustedes, porque así divide y los derrota y les roba la fe. Solidaridad de hermanos para defender la fe. Y además que esa fe solidaria sea mensaje para toda la ciudad”, ponderó.