Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
MÉXICO, DF, 23 de noviembre de 2015.- Era 1995, cuando el entonces presidente de México, Ernesto Zedillo, ordenó detener a Raúl, hermano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
La decisión de arrestar al llamado hermano incómodo y que cimbró al sistema político mexicano, fue avalada posteriormente por Carlos Slim, quien entonces era percibido como un beneficiario de la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, luego de que se quedara con el control de Telmex, empresa paraestatal privatizada en 1990 durante el gobierno salinista.
Dicha decisión distanció al ex presidente y al empresario, quien como hombre del sistema, apoyó a Zedillo, explica a Quadratín México el periodista Diego Enrique Osorno, autor del libro Slim, biografía política del mexicano más rico del mundo, editado por Debate.
“Hay muchas cosas que se plantean en el libro, por ejemplo, una cosa muy común es decir que Slim y Salinas son parte del mismo equipo debido a la privatización de Telmex en el gobierno salinista y en realidad da la impresión que hoy en día están en grupos contrarios”, dice en entrevista.
“Sí, fueron amigos, fueron cercanos pero la relación se empieza a cambiar a partir del gobierno de Ernesto Zedillo, que metió a la cárcel al hermano del ex presidente y ahí Slim tuvo que tomar partido y como es un hombre del sistema tomó partido por el presidente Zedillo: muerto el rey viva el rey”, añade.
A través de su nueva publicación, el autor de La guerra de los Zetas aborda diversos tramos políticos de la vida de Slim, quien en 2014 sumaba una fortuna de 72 mil millones de dólares, de acuerdo con la Revista Forbes.
Por ejemplo su papel y el de otros empresarios durante la etapa posterior a las disputadísimas elecciones presidenciales de 2006, entre el panista Felipe Calderón y el entonces perredista Andrés Manuel López Obrador.
“Aparentemente, según colaboradores de Felipe Calderón, Slim y otros empresarios estuvieron impulsando la posibilidad de que se anularan las elecciones y hubiera un presidente interino que convocara a nuevas elecciones y así evitar las discusiones, ese presidente interino iba a ser Juan Ramón de la Fuente (el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México)”.
– ¿Eso explicaría lo que dicen algunos de que el presidente Calderón no tenía mucha simpatía por Slim?
– Ahí se explica cómo desde ese momento el equipo de Calderón considera que Slim está maniobrando contra su triunfo que había sido por 0.56, lo iban a defender como finalmente lo hicieron y eso genera fricciones, aunque Slim es un hombre del sistema y va a todos los eventos de Calderón y es un hombre institucional. Lo que me queda claro es que el equipo de Calderón no tenía toda la confianza en él. Después de que Calderón dejó la presidencia han mejorado las relaciones entre ellos, es curioso.
Usa a políticos y ellos lo usan a él
Cuestionado sobre si Slim usa a la política para avanzar en sus negocios, Osorno responde que sí, pero recalca que el dueño de Telmex, Telcel y la cadena de tiendas y restaurantes de Sanborns, así como del banco Inbursa, es no sólo un apasionado de los negocios, sino alguien que roza la genialidad para olfatearlos y ejecutarlos.
Comenta que el dueño del grupo Carso es uno de los hombres que más conoce los resortes y las inercias del sistema político mexicano, dónde y en qué momento debe estar colocado, tal como ocurrió en el enfrentamiento entre Zedillo y Salinas, pero los políticos también lo han usado para recuperar su imagen, como hizo en 2011 el entonces gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, quien renunció tres años después.
“Hay un momento en el que Aguirre enfrenta una crisis por la muerte de estudiantes de Ayotzinapa, no los del año pasado, sino en 2011, cuando la policía mata a dos en una protesta, es una crisis en la que el procurador cae en su momento, hay consignaciones de algunas policías y Aguirre está siendo muy cuestionado. ¿Qué hace? Invita a Carlos Slim a que vaya a Acapulco, le da algunas obras al grupo Carso, la rehabilitación del centro histórico de Acapulco y se pasea con él y aminora el impacto de tener una crisis”.
Pero también lo hacen políticos de otros países, como lo hizo en su momento la ahora saliente presidenta de Argentina, Cristina (Fernández de) Kirchner, refiere Osorno.
“Cristina (Fernández de) Kirchner ha tenido una disputa con el poder económico de su país y en diversos momentos ha ostentado su relación con Slim y ha dicho casi textual que quienes la critican lo hacen por cuestiones políticas, porque está invirtiendo en Argentina y respalda a su gobierno; sí se da también a la inversa, acá esta la foto de impacto”.
Al preguntarle si de acuerdo con su investigación, que le llevó ocho años, considera que un magnate como Slim podría darse en un sistema político distinto al mexicano, el periodista señala que el empresario aprovechó como nadie distintos factores como la liberalización de la economía en México y América Latina, así como la nueva visión internacional que de acuerdo con el Consenso de Washington llama a los Estados a dejar el control de la economía y a privatizarlo todo.
“Es difícil que alguien en el futuro tenga esta circunstancia, él con la capacidad que tiene, que la tiene indudable de encontrar empresas, intervenirlas y hacerlas más o menos funcionales aprovecha junto con sus conocimientos del sistema político no solo para Telmex sino que diversas compañías se vayan desarrollando, ir generando un cuadro con múltiples negocios”.
Pero también se benefició de la regulación que permitió que Telmex, privatizada en diciembre de 1990, se mantuviera posteriormente como un monopolio, lo que a la postre se tradujo en pérdidas para millones de mexicanos.
“No es que lo diga yo, sino un investigador independiente prestigiado que es Gerardo Esquivel, él habla que entre 2005 y 2009 el monopolio de empresas de Slim había significado la pérdida de bienestar superior a los 129 mil millones de dólares, aproximadamente el 1.8 del Producto Interno Bruto por año. Se debía a la falta de competencia y a la alta concentración del mercado en el marco de un sistema legal abiertamente facilitador.
“Eso nos habla de lo que Slim le debe al país, una cantidad tremenda, ahí es donde entra esta crítica de diversos sectores a la filantropía que Slim lleva hasta el momento. Sin duda se trata de una de las filantropías más grandes, es la más grande, no hay otro filántropo como Slim en el país, pero comparado con Warren Buffet o Bill Gates es bastante tacaño”, critica.