Vence América, otra vez, a unos inofensivos Tigres

MÉXICO, D.F., 31 de enero de 2015.- En una reedición de la más reciente final, América y Tigres se volvieron a ver las caras este sábado en la cancha del Estadio Azteca. El resultado, de nuevo, fue favorable para las Águilas, ahora, 1-0.

Se esperaba que un buen número de asistentes felinos acudirán al inmueble ubicado en la Calzada de Tlalpan pero esta vez no hubo ‘invasión’.

El inicio del primer tiempo fue una calca de la final que ambos equipos disputaron el año pasado, América dominando mientras que Tigres, encerrado, buscaba un contragolpe.

El ‘Pipa’, Darío Benedetto, al 21′, se estrenó con las Águilas. Darío aprovechó que Tigres falló en la salida para hacer su primer gol en la Liga MX, como americanista, fue con la testa cruzando a Nahuel Guzmán que sólo vio atónito como el balón se colaba en su puerta.

Darío Benedetto tardó 287 minutos en marcar su primer gol oficial con la camiseta del América.

El tiempo transcurrió sin más opciones claras para ninguna escuadra pero con la pelota muy peleada en media cancha.

Empezando el complemento, Darwin Quintero se enfiló al arco felino y disparó en un sendo mano a mano donde Nahuel Guzmán salió victorioso ya que mandó el embate a tiro de esquina.

Tigres adelantó líneas pero de poco le sirvió ya que no tuvieron, hasta ese momento, una sola llegada de gol de cara al arco de Moisés Muñoz.

Al minuto 79, se armó un conato de bronca luego de que Jesús Dueñas atropellara, de manera aparatosa, a Ventura Alvarado, amarilla para el jugador felino.

Los Tigres, se desbocaron de cara a la cabaña americanista pero no pudieron convertir, la más clara llegó en el tiempo suplementario, al 91′, cuando Moisés salvó el arco americanista deteniendo, con el pecho, un tiro a bocajarro de Burbano desde las orillas del área chica. ¡Portero, portero! Retumbó el mítico Estadio Azteca.

Así, ante menos aficionados, 78 mil menos, las Águilas volvieron a vencer a los Tigres en el mismo escenario en el que hace 48 días alzaron la Copa y llegaron a siete unidades, por tres de los felinos.