Poder y dinero
El preámbulo presupuestal
A unas semanas de que se presente al Congreso de la Unión el Proyecto de Presupuesto de Egresos, base cero, la Secretaría de Hacienda se curó en salud: en un comunicado informó que el Presupuesto de Egresos para 2016 no estaría expuesto al riesgo de reducción en el precio del petróleo por debajo de los 49 dólares, puesto que el programa de coberturas petroleras fijó este monto por barril para los ingresos petroleros del próximo año.
Ello implica que el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio 2016 no estaría expuesto al riesgo de reducciones en el precio del petróleo por debajo de este nivel. El costo de las coberturas para 2016 ascendió a mil 90 millones de dólares, equivalentes a 17 mil 503 millones de pesos.
“Se realizaron 44 operaciones en los mercados de derivados internacionales, y en total se cubrieron 212 millones de barriles que representan la exposición prevista de los ingresos petroleros del Gobierno Federal a reducciones en el precio del crudo durante 2016”, detalló el comunicado.
La cobertura petrolera utiliza los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) para la adquisición de opciones de venta de petróleo (tipo put) referidas al precio promedio de la mezcla mexicana de exportación. Con estas opciones el Gobierno Federal adquirió el derecho (mas no la obligación) de vender petróleo durante 2016 a un precio predeterminado.
Las opciones de venta funcionan como un seguro, por el cual se paga una prima al momento de su adquisición y en caso de que el precio promedio de la mezcla mexicana observado durante el año se ubique por debajo del precio pactado, otorgarían un pago al gobierno federal que compensaría la disminución en los ingresos presupuestarios, detalló el organismo.
La estrategia de cobertura adoptada para el ejercicio 2016 cubre un precio de 49 dólares por barril (dpb). Ello implica que el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio 2016 no estaría expuesto al riesgo de reducciones en el precio del petróleo por debajo de este nivel. El precio observado hoy para la mezcla mexicana de exportación es 38.15 dólares por barril.
Las trampas de China
Al devaluar su moneda en lugar de revaluarla, China refleja que opta por volver a abaratar artificialmente sus productos en los mercados externos. Abandona fincar su crecimiento en su mercado interno y elige por volver a los mercados externos, al tiempo que envía una importante señal negativa de que en vez de transitar hacia una economía de mercado opta por la intervención estatal y permanecer como una economía de no-mercado.
En el caso de las empresas siderúrgicas, el Estado chino tiene una participación del 75 por ciento; es decir, la industria la opera el gobierno con lo cual las decisiones de producción no se toman en función de la rentabilidad de las empresas como en las economías de mercado, sino de la estrategia del gobierno por ocupar un mayor mercado a nivel global, mantener el empleo en su país, así como el ritmo de sus inversiones; y la apertura selectiva que no permite la entrada a China de capital extranjero a sectores estratégicos, como es el siderúrgico, entre otras.
De acuerdo con Canacero, la mejor muestra de esto es que la industria siderúrgica China viene operando con pérdidas desde antes de 2014 sin que haya habido quiebras o cierres, esto es solo posible al ser empresas de Estado.
Otra cara de este mismo problema lo constituye el exceso de capacidad de producción de China que ha implicado una sobreoferta de acero laminado en el mercado mundial del orden de las 425 millones de toneladas, que al ser generado con costos subsidiados entra a los mercados internacionales con precios sensiblemente menores a los de sus costos reales de producción, con lo que los países emergentes y las empresas vinculadas con este sector han enfrentado un contexto anticompetitivo y una pérdida de rentabilidad.
Los efectos en la economía mexicana por las recientes devaluaciones del yuan en 4.06 por ciento que se traduce en un tipo de cambio de 6.401 yuanes por dólar, afectarán de manera importante a industrias como la siderúrgica, pues se agravará la problemática de las importaciones de acero en condiciones desleales a México, denunció Canacero.
Las importaciones de acero laminado a México de China antes de las devaluaciones del yuan ya mostraban un fuerte incremento. Entre enero-junio de 2015 las importaciones crecieron 112.5 por ciento con respecto al mismo periodo de 2014. La balanza comercial siderúrgica a junio de 2015 cerró con un déficit de 4.65 millones de toneladas, un 55.8 por ciento mayor a igual periodo del año pasado.
Debemos reforzar las medidas actuales y seguir actuando para que nuestra planta productiva no se vea vulnerada por las decisiones que se toman en el extranjero, decisiones de gobiernos que ejercen política en función del bienestar de su propia nación.
El esquema de precios artificialmente bajos pone en riesgo la soberanía de un sector estratégico, pues una vez que la competencia quede fuera del mercado, el país asiático mantendrá una posición dominante en el mismo que le permitirá controlar la oferta e incidir casi unilateralmente en los precios. Por lo que la presión existente no sólo se da sobre la competencia directa que representa China en las exportaciones mexicanas -compite con el 75 por ciento de las mismas- sino que constituye un golpe para el mercado interno.
En este entorno, la Confederación de Cámaras Industriales y la Cámara Nacional de la Industria de Transformación hicieron un pronunciamiento sobre la afectación que implica la devaluación del yuan, el golpe que representa para el sector productivo y la amenaza que implica para más del 70 por ciento de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos.
Derivado de lo anterior, seguimos viendo acciones específicas de gobiernos para acotar los efectos y distorsiones generadas por esto, como son los casos del alambrón chino que se importa a Turquía, al cual se le aplicaba un arancel del 12 por ciento en 2014 y aumentó hasta llegar al 30 por ciento este año; así como los aceros largos y planos que India importa de China, a los cuales les incrementó el arancel de 7.5 a 12.5 por ciento. Los países que no reaccionen rápida y eficazmente serán los más afectados, no sólo en el sector acero sino en la industria en general.