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CIUDAD DE MÉXICO, 10 de noviembre (Quadratín México).- Para compartir las ideas del escritor ruso Fiódor Dostoievski, quien nació el 11 de noviembre de 1821, el director francés de teatro, cine y ópera, Patrice Chéreau, estrenó la víspera, en el Centro Cultural San Martín, de Argentina, una versión del monólogo del libro “Los hermanos Karamazov” (1880).
Se trata de la obra “El gran inquisidor”, que ofrecerá una función más la noche de hoy y se basa en un fragmento de la obra del emblemático escritor, el cual es narrado por el personaje “Iván”, afín al racionalismo de la época, a su hermano “Aliocha” y en el que se plantea el regreso de Cristo a la Tierra, según el portal en Internet argentino “pagina12.com.ar”.
El relato está ubicado en Sevilla, cuando la Inquisición española está en su mayor apogeo, y cuestiona la fe dogmática. En su versión, Chéreau narra los acontecimientos y así presenta el debate entre las diferentes concepciones religiosas que narra la historia.
Dostoievski, quien nació en Moscú, Rusia, en donde vivió una infancia difícil, fue el autor de grandes obras universales como “Crimen y castigo” y “Los Hermanos Karamazov”, novelas en las que demostró su prodigioso conocimiento y su preocupación por la exploración del alma humana.
La vida del literato ruso fue dinámica e intensa, con una serie de acontecimientos a los que se enfrentó que se ven reflejadas y marcadas en sus relatos, entre ellos “El jugador”, “El idiota”, “Los endemoniados” y “Memorias del subsuelo”, mismos que posteriormente influyeron profundamente en todos los ámbitos de la cultura moderna.
A los 17 años, por mandato de su padre, ingresó a la Academia Militar de San Petersburgo, en la que concluyó sus estudios, a pesar de no haber encontrado en sus estudios técnicos su vocación, por lo que al graduarse decidió dedicarse a la literatura.
De acuerdo con información del sitio “biografiasyvidas.com”, comenzó su primera novela en 1846, titulada “Pobre gente”, obra en la que favorecía a dicha clase social, víctima de circunstancias deplorables, por lo que fue bien aceptada y recibió buenas críticas.
Posteriormente, en su creación literaria “El doble”, que luego fue punto de referencia y de inspiración del director de cine Darren Aronofsky para rodar la película “El cisne negro”, en este libro Dostoievski abundó en el tema de las humillaciones y el consecuente comportamiento de los desheredados.
Para 1849, fue aprehendido junto con un grupo de intelectuales que debatían las teorías socialistas francesas, prohibidas en su país, y fue acusado de conspirar contra los zares, por lo que tuvo que afrontar un simulacro de ejecución. La conmoción que esta experiencia le provocó epilepsia.
La sentencia fue conmutada por otra de prisión entre delincuentes peligrosos en Siberia y a servir a su país como soldado raso.
La situación de sadismo, condiciones infrahumanas y falta total de privacidad que sufrió en la cárcel fue agravada por su epilepsia. Estos capítulos de su vida los describió en “Memorias de la casa muerta”, publicada en “Tiempo”, revista que él fundó en 1861.
Tras ser liberado, regresó a San Petersburgo, donde murió su primera esposa. Publicó “Humillados y ofendidos”, novela en la que por primera vez presentó el tema de la redención y del logro de la felicidad a través del sufrimiento, y más tarde “Notas de invierno sobre impresiones de verano”.
Cuando la publicación “Tiempo”, en la que colaboraba, fue cerrada por un artículo supuestamente subversivo, el literato y su hermano fundaron “Época”, revista en la que presentó su única novela filosófica, “Memorias del subsuelo”.
Dicha obra, considerada por la crítica como el prólogo a las mayores del autor, es el monólogo de un contrario al materialismo y al conformismo, para muchos el primero de los antihéroes enajenados de toda la historia de la literatura moderna.
“El jugador”, novela basada en su propia pasión por la ruleta, nació de la necesidad de saldar una deuda con un editor, a quien Dostoievski pagó con la obra y en cuyo proceso de escritura conoció a Anna Snitkina, su segunda esposa.
Los siguientes años fueron de pobreza, pero al mismo tiempo un periodo de gran creatividad que el escritor vivió fuera de su país y en el que terminó “Crimen y castigo” además de crear “Los endemoniados”; su última novela, “Los hermanos Karamazov”, la completó poco antes de su muerte, ocurrida el 9 de febrero de 1881, en San Petersburgo, Rusia.
Estas última novelas, en las que Dostoievski traslada los problemas morales y políticos que le preocupaban a sus narraciones, le valieron el reconocimiento universal, especialmente “Crimen y castigo”, para la crítica probablemente su mejor obra.
A diferencia de “El Idiota”, cuyo personaje fue concebido por el autor como el paradigma del hombre bondadoso, en “Crimen y castigo” analiza si un ser, que se ve como un individuo extraordinario, tiene derecho a quebrantar el orden moral.
Se considera que en esta obra reflexionó a fondo sobre la mente y el corazón humanos y le dio un giro a la literatura universal, además de que dio a la novela un nuevo enfoque en el que el narrador ya no está fuera de la obra, relatando acontecimientos más o menos ajenos a él, sino que su presencia se manifiesta con voz propia, como si de otro personaje se tratara.
Fiódor Dostoiveski falleció de una hemorragia pulmonar asociada a un enfisema y a un ataque epiléptico. Fue enterrado en el Cementerio Tijvin, dentro del Monasterio de Aleksandr Nevski, en San Petersburgo.
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