
Libros de ayer y hoy
En medio de las turbulencias causadas por la política y en contra de la situación de inseguridad que aún pesa en muchas regiones, los trabajadores mexicanos siguen demostrando su altísima capacidad y un nivel productivo que se encuentra entre los mejores del mundo.
Ello llevó a un logro que no podemos dejar de señalar como histórico: durante 2012 la industria automotriz se posicionó como la principal fuente de recursos económicos para el país, superando a las tradicionales fuentes de ingresos nacionales.
Es un avance toral que como país estemos superado la etapa de depender casi exclusivamente de riquezas naturales y culturales heredadas (como en el caso de las industrias petrolera y turística), o de la generosidad de los mexicanos que han decidido emigrar a los Estados Unidos.
Se trata no solo de un progreso económico, sino de un cambio de mentalidad e incluso cultural. Aquel país dependiente primordialmente de un recurso no renovable y finito está dejando paso a otro, más basado en el conocimiento y la formación, no solo en la mano obra barata, sino en una fuerza laboral creativa y capacitada.
Según las estimaciones la industria automotriz rompió records de exportación y producción durante 2012: creció 12% en comparación con 2011, generó más de 34 mil 500 millones de dólares y ensambló casi tres millones de vehículos. En total, las armadoras automotrices hicieron un 17% de las ventas totales de México al extranjero.
Estos logros no deben ser ignorados por la llamada clase política, sino acompañados por un esfuerzo tan grande o más que el hecho por los sectores productivos. El marco jurídico y las acciones gubernamentales no deben ser un lastre, sino un trampolín para la industria.
Para lograrlo es indispensable concertar, dejar atrás visiones partidistas y dogmas ideológicos, para unirnos como país y potenciar estos logros, generando las condiciones que permitan florecer al máximo las capacidades del pueblo mexicano. Solo así demostraremos que el político, el legislador y el gobernante, son tan útiles para la patria como el trabajador y el empresario.
QMX/me