A CONSIDERAR: Inicia el tiempo de concertar

El 5 de junio de 2012 un grupo de hombres y mujeres de las más distintas orientaciones ideológicas firmamos el Plan de la Concertación Mexicana (PCM), motivados por el anhelo de unir a la nación y sumar fuerzas diversas en la construcción de nuestro destino comunitario. A ese plan se adhirió el presidente Enrique Peña Nieto, comprometiéndose a impulsar desde el poder Ejecutivo Federal los esfuerzos unificadores de dicho plan, así como a establecer políticas de Estado y referentes éticos orientados a cambiar el sistema político mexicano.

Por ello, este 1 de diciembre es para nosotros un día de fiesta, en el que inicia oficialmente la vigencia del PCM y comienzan seis años en los que el presidente y los promotores del plan trabajaremos juntos con la fuerza de la pluralidad.

Desde que el Presidente signó ese documento histórico a la fecha, junto a su firma se han estampado las de miles de líderes sociales y políticos, así como las de empresarios, comunicadores, académicos, mexicanos todos que han tomado consciencia de que las reyertas ideológicas y la intolerancia política son el principal lastre de nuestra patria.

Muy por el contrario, los concertadores estamos a favor del encuentro de voluntades libres que, aun desde la diversidad de pensamiento y opinión son capaces de colaborar con generosidad política y con los valores de la democracia como punto de unidad. Juntos hemos impulsado este esfuerzo histórico en el que todas las formas de pensamiento se dan la mano.

Quienes firmamos el PCM somos hombres y mujeres forjados en luchas ciudadanas desde trincheras políticas y sociales por demás diferentes, pero siempre hemos tenido en común dos objetivos cívicos superiores: construir un nuevo sistema político y concluir el proceso de transición a la democracia.

Para ello, junto con Enrique Peña Nieto trazamos metas como dar más poder público a los ciudadanos, priorizar el restablecimiento de la paz, iniciar una reforma del Estado, reformar el sistema de partidos e instaurar una dinámica permanente de diálogo entre quienes piensan diferente, para construir acuerdos y trascender las confrontaciones que bloquean nuestro camino al progreso.

Igualmente definimos un horizonte axiológico que oriente las acciones del Estado. A la luz del PCM, serán prioridad la inclusión, la reducción de la desigualdad y la marginación sociales, el combate eficaz a la corrupción, la erradicación de la impunidad y del abuso del poder, la transparencia, la austeridad, los derechos humanos y las libertades, especialmente la de expresión, la desvinculación del gobierno de la competencia electoral, la vigencia del Estado laico y el acceso universal a la justicia.

Por todo ello, vamos a apoyar con responsabilidad este nuevo gobierno en todo aquello que sea para el bien de los mexicanos. En este nuevo comienzo cívico, asumimos el deber de coadyuvar para consolidar un Estado que a todos represente, que a todos dé voz, que a todos respete. Porque solo en ese México en el que todos estemos incluidos podrá haber paz, prosperidad y justicia.

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