A CONSIDERAR: Interpretar las señales de la transición

10 de septiembre de 2012
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8:23
Manuel Espino

Apenas fue entregada la constancia de presidente electo por el Tribunal Electoral del Poder Judicial, se comenzó a trabajar a marchas forzadas: tras un brevísimo lapso a partir de dicho nombramiento, se presentó al medio centenar de hombres y mujeres que conforman el equipo que liderará la transición. Se dieron dos buenas noticias para el país.

Una es que ya no tendremos un presidente rodeado de un coro de bisoños incondicionales, incapaces de diferenciar entre la lealtad y la sumisión perruna. Ahora sí hay un equipo con estatura política, con probadas capacidades y carreras sólidas.

La segunda es el nombramiento de Rosario Robles, con toda la carga política y social que ello implica. Durante los trabajos de Concertación Mexicana y en diversos actos de campaña, Peña Nieto había mostrado una intención en favor del pluralismo, que con la presencia de la ex jefa de gobierno del D.F. ha pasado del discurso a la realidad.

En ese orden de ideas, destaca que en su primera gira como presidente electo —por Durango y frente a la misma Robles— el presidente electo marcara una clara línea de acción: “El compromiso mayor y prioritario que tendrá mi administración para combatir la pobreza, para que los mexicanos puedan tener mayores beneficios, satisfactores que resuelvan realmente sus necesidades. Pero también instrumentos que les permitan no sólo el que estén para recibir, sino los instrumentos que les permitan por sí mismos superar condiciones de rezago”.

Con el peso que conlleva el discurso presidencial, se marcó una dirección precisa: la opción preferencial por quienes padecen el flagelo de la pobreza, pero no desde el enfoque paternalista o proteccionista de antaño, sino desde una visión respetuosa de la dignidad humana que se apoye en los métodos de fuerzas políticas que no necesariamente siguen la línea ideológica del partido del presidente.

Para quienes buscamos desterrar la visión monolítica del gobierno, se trata de un avance claro, que esperamos sea profundizado y solidificado ya en el ejercicio pleno del gobierno.

Concertación Mexicana

En el caso específico de los integrantes de la Concertación Mexicana, estas primeras acciones del presidente electo nos dejan ver que la etapa de transición será un espacio para preparar las políticas públicas que den cumplimiento al Plan que firmamos Enrique Peña Nieto, el que escribe y cientos de líderes de todas las regiones del país, representantes de la gran pluralidad política de nuestra república.

Durante el interregno habrá que sentar las bases para cumplir los dos objetivos torales que Enrique Peña Nieto y la Concertación Mexicana signamos: retomar la transición hacia la democracia y culminarla en un nuevo sistema político, de prácticas profundamente democráticas y libertarias, capaz de representar a las y los mexicanos de todas las corrientes de pensamiento. Igualmente, para asegurarnos de avanzar hacia una república de paz, prosperidad y justicia social.

Por todo ello, quienes queremos hacer del 2012-2018 un periodo de armonía y trabajo conjunto entre los diversos, estos primeros movimientos nos permiten dar un voto de confianza y apegarnos aún más al objetivo supremo que hoy nos hermana: engrandecer a México.

*Ex presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN)

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QMex/me

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