El INE y la complicidad
La gira que el presidente electo Enrique Peña Nieto hizo por Washington y Ottawa puso algo en claro: el eje de la elección futura se encuentra en la economía, y aunque puede haber y hay temas de importancia mayor, la situación económica es y será la prioritaria.
“Quizá el asunto mas importante sea encontrar nuevas formas de reforzar nuestra economía y nuestras relaciones comerciales para alcanzar una prosperidad mayor en nuestras naciones”, escribió Peña Nieto en un artículo publicado por “The Washington Post”.
El punto es importante no solo porque subraya el interés de México en la región norteamericana sino porque por el tamaño de la economía y de los problemas estadounidenses el interés de México puede quedar relegado. Y por mucho que se hayan caído bien, no es posible que Peña Nieto se dedique a conversar con Obama todo el tiempo para recordarle la importancia de los intereses mexicanos.
La idea de subrayar la importancia de la economía no se contradice con otros dos temas importantes: migración y seguridad. Ambos están interrelacionados, como hizo notar el propio Peña Nieto al precisar que el desarrollo económico puede reducir el impacto del crimen organizado y la necesidad de emigrar en busca de mejores oportunidades, según dio a entender a Wolf Blitzer, el principal presentador de noticas en la cadena CNN.
A querer o no la situación económica estadounidense en muy importante para México. La relación bilateral representa el 80 por ciento de su comercio exterior y de igual manera, aunque mucho menor, es importante para los Estados Unidos: unos seis millones de empleos estadounidenses dependen de ese intercambio.
El comercio con Canadá es también de enorme interés para México: significa casi la mitad de sus transacciones con la Unión Europea como un todo.
Cada uno de los tres países se encuentra entre las quince mayores economías del mundo, pero coaligados constituyen el mayor bloque económico mundial: 18.086 millones de millones de dólares en 2011 contra 17.578 millones de millones de dólares de la Unión Europea.
Cierto que la disparidad entre las tres economías y sus respectivos grados de desarrollo es enorme y que México es el que está en mayor desventaja.
Pero es también el que pudiera beneficiarse mas, comparativamente hablando. La posibilidad de una mayor integración regional incide no solo en la macroeconomía sino en la creación de empleos y la posibilidad de incentivar educación y subrayar la necesidad de una redistribución de ingresos dentro del país.
Pero la realidad es que también que hoy por hoy no hay alternativas viables, sin importar cuan atractivo suene el pensar en China como el motor de la economía mundial o en Brasil como líder de la alternativa latinoamericana.
Y al margen de lo que se quiera, el hecho es que cualesquier avances en las relaciones bilaterales y regional dependerán en mucho de las acciones que adopte México en el futuro cercano.
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A DOS PUNTAS: Economía y la región norteamericana – Al Momento Noticias.