Indicador político
Cuando el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, defendió la libertad de expresión, culto y pensamiento en Estados Unidos llevó esa idea hasta una expresión extrema: en Estados Unidos, dijo, “uno tiene el derecho de ser estúpido, si quiere”.
El contexto, claro, explica mucho de la frase y sin intentarlo, mucho mas de la forma en que los estadounidenses se ven a sí mismos y a su país.
“Como país, como sociedad, vivimos y respiramos la idea de libertad de culto y tolerancia religiosa, sea cual sea la religión, y libertad política y tolerancia política, sea cual sea el punto de vista”, dijo Kerry en Berlín, ante estudiantes alemanes, durante su primer viaje como secretario de Estado.
“A veces la gente se pregunta por qué nuestra Corte Suprema permite que un grupo u otro marche en una manifestación, a pesar de que sea la cosa más provocadora del mundo y lleven estandartes que son un insulto a un grupo u otro.
“La razón es que eso es la libertad, libertad de expresión. En Estados Unidos uno tiene el derecho de ser estúpido, si uno quiere”, dijo Kerry, provocando risas de estudiantes alemanes.
“Y uno tiene el derecho a estar desconectado de otro si quiere”, dijo. “Y lo toleramos. De algún modo sobrellevamos esto. Ahora bien, yo creo que es una virtud. Yo creo que es algo por lo que vale la pena pelear”, añadió.
“Lo importante es tener la tolerancia para decir (…) uno puede tener un punto de vista diferente”, señaló.
El problema sin embargo es que amplios sectores estadounidenses, con frecuencia y a lo largo de su historia, se han alejado de esos principios. O mas bien, los interpretaron de forma distinta: la definición de “ser humano” que justificó la esclavitud puede haber cambiado con el paso de los tiempos pero en el fondo mantiene principios discriminatorios expresados ahora de distinta forma: “¿quien es estadounidense?”
El macartismo durante la era de los 50s fue un subproducto de la “Guerra Fría” pero llevó a la persecución de personas de ideología de izquierda y a su exclusión incluso en derechos garantizados según la Constitución a cualquier estadounidense. En otras palabras, intolerancia.
Kerry tiene razón. Los estadounidenses tienen el derecho a ser estúpidos, pero la verdad puede pensarse que no debieran tolerarlo.
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