A DOS PUNTAS: El partido republicano ¿conservador o estancado?

29 de agosto de 2012
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José Carreño

La anécdota de Lyn Nofziger, un veterano estratega político que ayudó a la abrumadora elección de Reagan precisamente en 1980, resulta una brutal alegoría  política por mas razones que el simple tiempo transcurrido entre el documento demócrata y el comentario del republicano.

Nofziger indicó que nunca había leído el documento al que Reagan hacía referencia -y quien esto escribe tampoco, por cierto-, pero baste recordar que Roosevelt fue en gran medida el que inició la llamada “Gran Sociedad”, en la que comenzaron las protecciones legales al consumidor y a los empleados asalariados, comenzaron a instalarse redes de protección social y regulaciones financieras.

Roosevelt pasó 13 años en la Casa Blanca y hubiera llegado al menos a 16 -cuando murió había sido reelecto para un cuarto período- y se le considera como un héroe nacional.

Pero que los republicanos hubieran demorado 50 años en sumarse a la forma de pensar de Roosevelt parecería un mal chiste, si no fuera porque en mas de un sentido tiene significación en la actual campaña electoral estadounidense.

En lo social, los republicanos actuales continúan opuestos al aborto. A medio siglo de iniciada la que algunos llaman revolución sexual y otros liberación de la mujer, todavía uno de los principales patidos políticos organizados de los Estados Unidos trata de enemistarse con un sector importante del electorado: mujeres jóvenes educadas, que no solo son cada vez mas sino que ahora apoyan a Barack Obama.

También en lo social, el partido republicano sigue empeñado en no hacer compromiso alguno para atraer a votantes hispanos, el segmento de mas rápido crecimiento en la actual población estadounidense, pese a que algunos creen que sólo necesitan cambiar el tono de su retórica, no sus creencias.

En lo económico se aferran a la idea de que la”economía por goteo” es la que mejor funciona: gravar lo menos posible a los grandes capitales para estimular la inversión, la creación de empleos y el consumo. Eliminar regulaciones para estimular la economía y reducir el tamaño del gobierno y su papel en el Estado.

Que ese tipo de medidas ayudó en gran medida a la crisis económica que los Estados Unidos no acaban de superar parece menos importante que el punto ideológico.

En términos de política exterior hay algo en común con los demócratas aunque tal vez menos acusado en estos que en aquellos: parecen necesitados de un mapa para recordar donde está Latinoamérica, aunque bien podría señalarse que es una falta compartida por la sociedad estadounidense.

En todo caso, los Estados Unidos son un país conservador mayoritariamente. Pero algunos de los más importantes filósofos del conservadurismo opinan que los organismos políticos tienen que adaptarse a los cambios en sus sociedades como la mejor forma de conservación.

 

QMex/jcf

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