Genio y figura
La realidad es que el tema de la raza está presente en las elecciones estadounidenses de 2012 quizá de una forma sin precedente al menos en los años recientes.
Y sí, la raza del presidente Obama fue parte de la elección de 2008, pero en ese entonces fue uno de los elementos físicos que dieron cuerpo a las ansias de cambio que rodearon la elección del ahora mandatario.
Pero a diferencia de entonces, hoy la raza es parte del brutal choque político, económico y social que rodea la elección, una que bien podría llamarse del miedo, en vez de la elección del cambio o la esperanza que fuera en 2008.
Hoy, uno y otro candidatos parecen determinados a asustar a sus propios electores con la meta de lograr que asistan a las urnas quizá menos a votar por ellos que contra sus contrincantes, por temor a lo que éstos pudieran hacer si tonaran el poder -o de seguir en él, en el caso de Obama-.
La clase media blanca busca defender su situación, mientras minorías étnicas en crecimiento buscan su propio progreso. Los blancos protestan que sus impuestos sean usados para abrir puertas a negros, morenos o amarillos y estos a su vez, tratan de presionar al gobierno para que siga haciéndolo. Para parte de aquellos es justo, natural incluso, que no haya igualdad de oportunidades.
Para los hombres blancos de clase media -según la muy laxa definición estadounidense de clase media- se trata de mantener un gobierno pequeño, con poco impacto en la economía y en la vida de los individuos y la sociedad; para las grupos étnicos, el gobierno activista es la mejor forma de asegurar su propio ascenso social y de evitar nuevas instancias de discriminación.
El que las cosas hayan puesto a hombres blancos de un lado y a negros, hispanos, asiáticos y mujeres jóvenes del otro no es accidente, si se hace caso de la demografía estadounidense. Después de todo, la igualdad racial fue impuesta por el gobierno, la equidad sexual es parte de las políticas de gobierno, los servicios sociales son parte de la administración y gasto del gobierno…
A final de cuentas la elección será ganada por quien logre preocupar mas a sus partidarios sobre las intenciones del otro. La frase de Biden fue ciertamente una exageración, pero las cadenas de la mala educación y los problemas económicos pueden ser tan efectivas -y constriñentes- como las hechas de acero…
QMex/jcf