Doble rasero del populismo: Trump, AMLO y la manipulación de los nombres
Cuando en la secuela del huracán “Sandy” el gobernador Chris Christie, republicano de Nueva Jersey, recibió, acompaño y elogió hace seis meses la forma en que reaccionó el presidente Barack Obama sus correligionarios lo atacaron por esa cortesía.
Cuando el gobernador Christie repitió el domingo sus alabanzas, la derecha estadounidense se revolvió otra vez y cuando el gobernador afirmó que Obama ha cumplido todo lo que ofreció solo provocó acusaciones: “Christie se está enterrando”…
Hasta hace poco menos de un año Christie era uno de los republicanos favoritos. Un político republicano que logró ser reelecto en un estado como Nueva Jersey, donde los demócratas tradicionales son mayoría, no es un político a pasar por alto.
De hecho no eran pocos los que consideraban que Christie tenía posibilidades de ser un buen candidato presidencial y sus defectos, hasta ese momento, se reducían sobre todo a su peso.
Pero llegó “Sandy” con su estela de destrucción, justo el mes anterior a las elecciones presidenciales y Obama aprovechó el momento: su función no es solo ayudar y ordenar, que lo hizo con los recursos del gobierno federal detrás, sino también consolar y “mostrar la bandera” ante sus conciudadanos.
Las fotografías de Obama y Christie juntos, en esos momentos, fueron como agua hirviente sobre muchos republicanos, especialmente aquellos opuestos a Obama no importa qué, aún si lo que hacía era justamente lo que implica su trabajo.
Cierto, era temporada electoral y las imágenes de Obama junto a Christie fueron un clavo mas en el ataúd electoral que se fabricaba el aspirante presidencial republicano Mitt Romney.
Pero que las circunstancias fueras como fueron no implica que los republicanos mas acendrados hayan disculpado al gobernador Christie. Tal vez hubieran preferido verlo rechazar la ayuda federal encima de sus comunidades en crisis y semidestruídas.
Hoy otra vez afirman que Christie cava su propia tumba política por ser cortés hacia el demócrata Obama. ¿Esa es la política estadounidense?
QMX/jcf