A DOS PUNTAS: Republicanos, hispanos y la elección 2016

20 de noviembre de 2012
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9:45
José Carreño

La posibilidad de que uno de los candidatos a la presidencia estadounidense en 2016 sea hispano es grande, y la de que sea republicano es mucho mayor de lo que se cree.

Mientras los demócratas están a la espera de lo que haga Hillary Rodham Clinton, aunque la verdad sea dicha es dudoso que a los 69 años que tendrá en 2016 busque la candidatura presidencial de su partido, los republicanos enfrentan 2016 con una mezcla de abundancias y carencias que los obligan a abrirse a la idea de un latino.

Principalmente porque tienen entre sus filas a dos de los latinos más importantes ahora: el senador por Florida Marco Rubio y la gobernadora de Nuevo México, Susana Martínez.

Los dos son sólidamente conservadores, populares y sobre todo, evidentemente, latinos. Aquel es cubano-estadounidense, está es México-estadounidense.

Aunque disciplinadamente apoyaron la campaña de Mitt Romney por la presidencia, su disensión en términos de la polémica cuestión migratoria era bien conocida y en más de una ocasión hicieron llamados públicos para que los republicanos suavizaran al menos su retórica.

La inclusión de los dos en la panoplia de posibles aspirantes a la candidatura presidencial republicana no es gratuita y mucho menos accidental. Por un lado los dos son “sangre fresca” para un partido que algunos politólogos presentan ahora como la “coalición de la restauración” de una era estadounidense que nunca existió pero está inmortalizada por series de televisión todavía en blanco y negro.

Por otro, y fuera del control de los dos pero quizá no fuera de sus cálculos, la realidad es que los republicanos necesitan mostrar que están dispuestos a considerar a la minoría latina en sus planes:

No pueden dejar de hacerlo. La reciente elección fue sin duda el primer campanazo y si no actúan difícilmente será el último.

De hecho, ninguno de los dos partidos puede ya darse el lujo de ignorar a las minorías étnicas y mucho menos a los hispanos. Si ya son cerca del 20 por ciento de la población, esa proporción solo aumentará en los próximos años, y su poder de voto crece de manera correspondiente. De hecho, se estima que 50 mil hispanos llegan a la mayoría de edad cada mes, lo que implica un crecimiento de al menos 600 mil ciudadanos -y posibles votantes- por año.

Por lo pronto, Rubio parece hacer los primeros movimientos hacia una candidatura en 2012, con una muy publicitada visita a Iowa, uno de los campos de juego iniciales en la política electoral presidencial, y sin duda su carácter de hispano conservador puede aparecer como un atractivo puente entre republicanos y latinos.

Si la actual necesidad de los republicanos de abrir la puerta a los latinos será plataforma suficiente para Rubio, o Martínez en su caso, está por verse. Por lo pronto, no son pocos los que ven con interés como y hacia donde evolucionarán los republicanos en su relación con los latinos…

QMX/jcf

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