El fin del INE o la reforma que se asoma
Considerada ya como una de las campañas mas duras de la historia -aunque no la única en cuanto a la dureza del tono-, la todavía no iniciada oficialmente campaña presidencial es ya una en la que los Estados Unidos parecen profundamente divididos en torno a una serie de cuestiones simbólicas que sin embargo son representativas de dos visiones totalmente distintas del país.
En la política estadounidense, los asesores políticos recomiendan evitar que los ataques de un partido -o un candidato- queden sin respuesta, para así evitar que el cada vez mas acelerado ciclo de información y noticias sea dominado por las acusaciones. Y en ese toma y daca, el clima de debate es cada vez mas acalorado y el volumen de la discusión cada vez mas alto, aunque no necesariamente mas profundo.
De hecho, algunos aseguran ya que la actual elección será literalmente “tribal”: blancos vs. negros, hispanos y asiáticos. Nativos contra inmigrantes, conservadores contra liberales, ricos contra pobres, “Partidos del Té” contra “ocupadores”… El ambiente está por lo menos “cargado” y la retórica lo refleja.
El eje aparente de la semana pasada fueron las declaraciones hechas el martes por el líder de la mayoría demócrata en el senador, Harry Reid, que tras citar a una “muy confiable” fuente anónima aseguró que el multimillonario aspirante republicano había evitado pagar impuestos los últimos diez años.
La afirmación implícita es que Romney no solo tiene poco que ver con los estadounidenses comunes sino que además evita sus obligaciones ciudadanos. Fue una acusación brutal en un país donde parte del debate actual es si el código impositivo ofrece demasiadas ventajas a los elementos mas ricos de la sociedad y ahora los republicanos promueven una reforma fiscal que según los demócratas reduciría los impuestos de los ricos con la intención de alentarlos a invertir y acelerar la economía.
Las afirmaciones de Reid no tienen base, al menos públicamente: Romney ha rehusado publicar sus declaraciones de impuestos en la primera década de este siglo, en una medida que alienta al menos la especulación en torno al tema.
Romney sin embargo demandó que Reid pruebe sus afirmaciones mientras un portavoz de Reid aseguró que el aspirante obligó a su partido a esconder la verdad sobre sus impuestos. Romney, sin embargo, sigue sin revelar sus declaraciones al fisco.
Los republicanos no tomaron la idea con calma y Reince Priebus, presidente del Comité Nacional Republicano, calificó a Reiud como “un sucio mentiroso”, que en la sociedad estadounidense resultan palabras tan fuertes como las que el legislador demócrata dedicó a Romney.
La victoria de cualesquiera de los dos partidos en noviembre dependerá mucho de quien logre excitar mas a sus votantes para que vayan a las urnas. Pero el tono del debate puede trascender de lejos al seis de noviembre y afectar la forma en que se gobierne…
QMex/jcf