Doble rasero del populismo: Trump, AMLO y la manipulación de los nombres
La renuncia a la Oficina del Papa podría convertirse en una de las mas importantes contribuciones de Benedicto XVI a la modernización de la Iglesia Católica, dicen los analistas.
“En un solo momento, el Papa removió algo del aura del papado, la idea de que era una vocación mas que un ministerio, algo que no podía ser abandonado sin afrontar al Espíritu Santo. Hoy, el Papa indicó que el ministerio petrino es un ministerio, uno muy específico por cierto pero mas un trabajo que un voto”, aseguró Brian Roewe en “The National Catholic Reporter”.
Para al menos un sector católico, tal vez el mas liberal, la decisión del Papa Benedicto implica el cambio de modelo, de uno monárquico en el que el líder encabeza de por vida.
“El Papa Benedicto ha puesto en claro que el liderazgo papal es una oficina y no pertenece a una sola persona. Esto es bueno para la Iglesia y un buen augurio para el futuro”, comentó por su parte Sr. Christine Schenk, Director Ejecutivo de la organización “FutureChurch”.
Las implicaciones son mayores, quizás, tanto en doctrina como en formas. Después de todo, el papado era tratado como el ministerio de Cristo en la Tierra y aunque la idea de la infalibilidad papal es parte aún del dogma, hay cada vez menos católicos dispuestos a aceptarlo sin discusión.
En cierta forma es una ironía que esa innovación esté a cargo de un exjefe de la Congregación de la Fe, la forma moderna de la Santa Inquisición, que en 1980 ordenó callar al teólogo liberal suizo Hans Kung, que cuestionó la infalibilidad papal y la falta de libertad dentro de la Iglesia.
Pero ¿cómo puede proceder un Papa que según el cánon es el elegido de Dios pero por obra y gracia de la edad -una que no habría alcanzado sin los beneficios de la ciencia moderna-sobrepasó la etapa de su vida útil para una organización como la católica?
Otra consecuencia es la forma en que se moverán tanto el Papa dimitente como la Iglesia. Ambas formas sentarán precedentes para el futuro, en una institución que cualesquiera sean sus virtudes y pecados se mueve en base a precedentes.
Tal vez haya sido una posibilidad en otros momentos de la historia vaticana, pero la ingerencia papal en la selección de su sucesor sería vista con considerable sospecha, advirtió Michael Sean Winters en “The National Catholic Reporter”.
Los Papas no han renunciado, tradicionalmente, como apunta que el precedente mas cercano sea de 1415. Cuando ha habido dos papas de forma simultánea ha sido mas bien como resultado de disputas teológicas o de poder temporal.
Pero ahora es simplemente un Papa que deja el puesto por edad y cansancio, y tal vez con su ejemplo ponga el precedente futuro. “¿Tiene que callarse por el resto de la su vida? ¿Y que pasa si habla y se expresa desacuerdo con su sucesor?, preguntó el escritor John Thavis, que ha cubierto el Vaticano por 30 años y recientemente publicó el libro “The Vatican Diaries” (Los Diarios del Vaticano).
Thavis señaló simplemente que si fuera el nuevo pontífice “pondría mucha atención sobre lo que (Benedicto) escriba”.
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